El gobierno de España anunció que propondrá el reconocimiento del Estado palestino en las Cortes Generales

Durante su intervención en el homenaje que, bajo el título Derechos, Democracia, Libertad. 20 años de la primera victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero, el Partido Socialista está brindando en Bilbao al expresidente, Sánchez ha defendido que el “legado” de José Luis Rodríguez Zapatero es “el mismo” que el Gobierno defiende actualmente en Ucrania y Gaza.

La organización de Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) aseguró que «el anuncio de Pedro Sánchez, avanzando la intención del gobierno de España de reconocer unilateral e incondicionalmente a un Estado palestino que no existe, demuestra que la radicalidad en el gobierno de la nación no era, ni residía únicamente en Sumar y en Podemos. Esas formaciones eran usadas como señuelo por el verdadero radical en nuestro gobierno, su presidente y el partido que la apoya, el Partido Socialista. El reconocimiento de un Estado que no tiene fronteras reconocidas, que no tiene una única autoridad, que no tiene instituciones nacionales a pesar de los miles de millones que han recibido para construirlas, solo se explica por la afinidad de Sánchez con las posiciones más extremas y periféricas del panorama internacional».

«Sánchez no actúa en beneficio de los intereses de España, cuando ninguno de ellos está alineado con un reconocimiento de un Estado que será fallido, y cuando ese reconocimiento se aleja tanto del consenso de la Unión Europea y de Occidente. También se evidencia finalmente lo que ACOM lleva denunciando mucho tiempo, y por lo que el gobierno israelí llamó a consultas a los embajadores de Madrid: la hostilidad, la animosidad de Pedro Sánchez, nada tiene que ver con las posturas de este u otro gobierno israelí, nada tiene que ver con su perspectiva de las relaciones en Oriente Medio. Su postura real está próxima al eje que representa Irán, con su terrorismo por proxys en toda la región, muy alejado de los intereses y posturas pro-occidentales. Una animosidad que ya exhibió en su visita a Israel, justo tras los atentados del 7 de octubre, en la que se posicionó de forma más cercana a los intereses de los terroristas que salvajemente masacraron a civiles israelíes en su invasión del país, demuestra su perspectiva en cuanto lo que es el lugar de España en el mundo, y claramente pagaremos el precio por ello. España tiene sus propios contenciosos territoriales, y Pedro Sánchez expone a nuestro país a que otras naciones reconozcan nuevos estados que se pudieran separar de España. Israel ha demostrado a España toda la lealtad de un aliado fiel. Una relación de amistad que Sánchez destruye de un plumazo. Sánchez también destruye el consenso alcanzado en 2016 en el Congreso de los Diputados, en el que se acordó que cualquier reconocimiento de un Estado palestino debía seguir las condiciones marcadas en los Acuerdos de Oslo, esto es: que ese estado nacerá de las negociaciones, pacto y acuerdo entre las dos partes, que se hiciera en el marco de la comunidad internacional, y que respetará las necesidades de seguridad del Estado de Israel. Ninguna de estas condiciones se cumple. Sánchez es quien rompe el consenso que se alcanzó, justo en el momento en el que ese reconocimiento sólo se puede entender como un premio a los carniceros de Hamás por su bárbara masacre. Un precio que, por cierto, nunca saciará a los terroristas, ni hará avanzar la causa de la paz, dado que ninguna de las facciones palestinas ha reconocido su intención de aceptar un estado judío que conviva con un estado palestino. Ellos no luchan por su reconocimiento nacional, sino que luchan por la destrucción del estado judío», afirmó la Organización independiente que promueve la relación entre España e Israel y lucha contra el antisemitismo trabajando con gobiernos, partidos y la sociedad civil.