Se estrenó esta semana en los cines y desde el miércoles 27 en Netflix, la película de Sebastián Borensztein, «Descansar en paz», la historia de una familia ( y de un hombre en particular) en el año 1994. Actuan Griselda Siciliani, Joaquín Furriel y Gabriel Goity, entre otros
La historia comienza del lado festivo, durante la celebración del Bat Mitzva de Florencia, la hija mayor de Sergio (Furriel) y Estela Dayan (Siciliani). Es una pareja de clase media alta a la que no parece faltarle nada. Él es el favorito de la nena y amorosa presencia para su hijo Matías, se reserva la oscuridad que lo acecha bajo la superficie.
Como consecuencia de la crisis económica argentina de aquellos años y su oneroso estilo de vida; Sergio está tapado de deudas, le debe dinero a sus empleados, a su familia, a amigos y a Hugo Brenner (Gabriel Goity), un financista que lo presiona para que le pague lo antes posible.
“¿Querías saber? Ahora sabés”, le espeta Sergio a Estela cuando el agobio lo lleva al límite. A esta altura ya no puede mantener la máscara de prosperidad frente a su esposa. Sin ver la salida de la situación en la que está metido mientras las amenazas de su acreedor apuntan al bienestar de su familia, la vida de Sergio da un vuelco rotundo, un desvío inesperado marcado por el atentado a la AMIA ocurrido el 18 de julio de 1994. Herido y conmocionado por los alcances de la explosión, Sergio toma la decisión de huir del mundo con el objetivo de ser declarado muerto para que su familia pueda cobrar un seguro de vida a su nombre.
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Y entonces, una vez más la trama adaptada por Borensztein y Marcos Osorio Vidal a partir de la novela de Martín Baintrub, se bifurca en dos relatos paralelos; Por un lado el derrotero de Estela y sus hijos tras el atentado y las penurias de Sergio. Acosado por la culpa y el dolor por haber dejado a los suyos atrás y creyendo que está muerto. Solo hacia la resolución de la narración se acercarán las dos caras de la moneda.
Con una puesta en escena que reconstruye la época con prodigioso detalle. Además, logra construir la intriga con notable paciencia y efectividad. Descansar en paz se destaca por las interpretaciones del elenco encabezado por Furriel y Siciliani, además de los ajustados aportes de Goity y Lali González, un conjunto que aporta sensibilidad y matices al guion, que por momentos se apoya demasiado en el melodrama y en las resoluciones del trazo grueso.
El retrato que hace Furriel del hombre al borde del abismo siempre acompañado por un aire de desesperación y arrepentimiento se transmite en cada uno de sus gestos. No solo en el sufrimiento silencioso, sino en sus ocasionales estallidos incontrolables. Siciliani, por su parte, tiene la complicada tarea de interpretar a su Estela, el personaje más pasivo del relato. Ella, al mismo tiempo, lidia con una gran carga de emociones, sin que el peso de la tragedia logre desbordarla.
Con información de La Nación