Algunas de las embajadas de Israel en todo el mundo no abrirán el viernes en medio de preocupaciones sobre ataques que puedan tener lugar como parte de una represalia iraní por el ataque en Damasco de esta semana que fue atribuido a las FDI.
Según el informe, los representantes en esas misiones han recibido instrucciones de quedarse en casa.
A pesar del cierre temporal, las autoridades aseguraron que «no se están evacuando embajadas ni se está llamando a diplomáticos a Israel«, pero la medida es una medida de precaución y los cierres son temporales.
La mayoría de los consulados en el mundo funcionarán como de costumbre y sólo se cerrarán en determinados lugares donde se estén tomando medidas preventivas.
Por su parte, Kan 11 News informó que varias embajadas israelíes en el extranjero fueron evacuadas después de una evaluación de la situación en la Agencia de Seguridad de Israel (Shin Bet) y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
También, el medio señaló que algunos de los representantes israelíes fueron trasladados a lugares alternativos y se les pidió que no asistieran a eventos públicos en este momento.
Mientras tanto, el establishment de Defensa se está preparando para todas las posibilidades, incluso las más extremas, y se está preparando aún más exhaustivamente para este viernes, que es el último día del mes de Ramadán, durante el cual se conmemora el “Día de Quds” iraní.
Fuente: Israel National News.
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Estas movidas y la sensación de terror que transmiten los mandos Israelíes por la posible venganza irani deja muy mal parado el prestigio de templanza y coraje del que el mundo admiraba a Israel. Es difícil de entender este desasosiego en el qué esta inmerso el Gobierno, asustado agazapado, huyendo temeroso agitado como las olas del mar. Donde quedó la estrategia funcional a los ataques, calculando costos y/o beneficios de los golpes a blancos terroristas. Cuando eliminaron a los conjurados, no tenían un plan B de prevención al contraataque? Van y vienen por los pasillos caminando desaforadamente, las manos pegadas a la espalda y repitiéndose en voz baja, y ahora que hacemos! Que ridícula y vergonzosa actitud, derramando sobre la población angustiada por la guerra adosarles además sus propios miedos. Ustedes son entonces los que arrojan la piedra y tratan de esconder la mano. No es así, esperaba otra actitud responsable, madura y consecuente con los actos que suscriben.