“Nuestra revolución solo puede exportarse con granadas y explosivos» (Javad Mansouri. Primer comandante de la Guardia Revolucionaria Iraní)
La causa Amia y el Fiscal Nisman van a quedar en la historia asociados a la tragedia, la muerte y la búsqueda de Justicia.
El 29 de marzo de 2013 bajo el lacónico título de «DICTAMEN», Alberto Nisman presentó una pieza de 502 fojas dónde describió, en forma minuciosa, la penetración de Irán en América Latina y la instalación de bases clandestinas de inteligencia y agentes operativos.Relacionó la similitud en la matriz del caso Amia con el intento de atentado en Estados unidos al aeropuerto John F. Kennedy y apuntó a Mohsen Rabbani, como la figura clave en el armado de «estaciones de inteligencia» en Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia, Guyana, Trinidad Tobago, Dominicana y Barbados.
Explicó la decisión tomada por la República Islámica de Irán en 1982 de “exportar la revolución», mandato que surge de su constitución.
Al año siguiente el mencionado líder religioso llegaría a Argentina como agregado cultural de la embajada de Irán.
Nisman compulsó diferentes medios de prueba y fundamentalmente causas judiciales tramitadas en Estados Unidos, Alemania y Suiza. En el primer caso se trata del fallido intento de atentado, organizado, desde Guyana en el año 2007 por Abdul Kadir, contra los depósitos de combustible del aeropuerto Kennedy por el que purga una sentencia de prisión perpetua en Estados Unidos. Kadir se reconoció subordinado de Rabbani en su acción terrorista.
En el dictamen Nisman pone al desnudo las infiltraciones de Rabbani en las mezquitas de nuestro país desnaturalizado el fin legítimo de las expresiones del culto, asociaciones civiles, culturales y religiosas que ocultan objetivos criminales, como también las empresas pantalla para la exportación de carne, supervisadas bajo el régimen » Halal», por parte de un país, Irán, que adquiría carne en el confín del mundo, Argentina, cuando en forma concomitante lo hacía en dos países vecinos: India y Paquistán.
Imaginamos que los encuentros sobre Prevención del Terrorismo adoptan el dictamen de Nisman como hoja de ruta, dirigido oportunamente a sus colegas de Brasil, Paraguay,Uruguay,Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam.
El atentado a la Amia no fue un hecho aislado y debe analizarse en el contexto descripto. Tributo necesario a la tarea de Nisman en este tema y compromiso para la dirigencia comunitaria argentina y latinoamericana ?Qué se hizo con la información del dictamen? ?De qué forma y quiénes han continuado su desarrollo? En este tema las responsabilidades van más allá del recuerdo de la muerte del fiscal y del reclamo de justicia. Continuar su tarea es un imperativo moral ineludible.
Raúl Woscoff y Javier Indij
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