A pesar de las declaraciones pro-palestinas y las punzantes críticas a Israel de sus últimos años, a Maradona todavía se lo ama en esta parte del mundo: abrió en el estadio Bloomfield, en Tel Aviv, la muestra interactiva Diego Vive, organizada por los hijos e hijas del astro.
Se trata de una exhibición que combina elementos del recorrido deportivo del gran futbolista argentino (al que muchos consideran el mejor de la historia), como casacas, fotografías y videos, con hologramas que permiten «interactuar» con Diego.
La muestra itinerante arrancó en mayo de este año en Nápoles, la ciudad donde Diego vivió sus mejores años como futbolista.
Diego Junior, Jana, Dieguito Fernando, Gianinna y Dalma, sus cinco hijos, estuvieron presentes en el lanzamiento en Italia de la exhibición, que tiene forma de pelota de fútbol e incluye proyecciones para revivir los grandes momentos de la carrera del crack argentino.
No podía faltar, por supuesto, la «mano de Dios», el controvertido tanto que le convirtió al seleccionado inglés en el mundial de México 86.
También se pueden ver casacas del combinado argentino y de varios de los clubes donde militó Diego, comenzando por la de Argentinos Juniors.
Un país que «da suerte»
Después de Nápoles, y en medio de un trayecto que la llevará también a Lima, Buenos Aires y México, entre otros destinos, Diego Vive aterrizó a principios de agosto en Tel Aviv, donde tiene programado permanecer hasta el último día del mes.
La llegada de la muestra a Tel Aviv fue impulsada por Yair Dori, un productor local conocido, entre otras cosas, por promover en el mercado israelí, con mucho éxito, las telenovelas argentinas.
«Maradona siempre dijo que Israel es un país que ‘da suerte’, y por eso decidimos abrir la gira mundial (de la muestra), después de Nápoles, específicamente en Israel», comentó Dori.
Esa apreciación del recordado astro del fútbol, fallecido en su residencia en la zona de Tigre, en la provincia argentina de Buenos Aires, en noviembre del 2020, cuando tenía apenas 60 años de edad, se refiere a una cábala del mítico entrenador Carlos Bilardo.
Historia de una cábala
Muy criticado por la prensa deportiva local durante la preparación para el mundial de México de la selección argentina, de la que estaba al mando, Bilardo aceptó jugar en mayo de 1986 un último amistoso: contra Israel.
El partido, disputado en el estadio Ramat Gan, en los suburbios de Tel Aviv, terminó con una clamorosa victoria argentina de 7-2 (con dos goles de Maradona) y abrió la racha positiva que culminó con la coronación como campeones del mundo en México 86.
Por mucho tiempo, un amistoso con la selección de Israel fue una cábala de los entrenadores argentinos, comenzando por el propio Bilardo que la repitió antes del mundial 90 de Italia: 2-1 con goles de Maradona y Claudio Caniggia y la Albiceleste llegó a la final en Roma.
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Alfio Basile siguió los pasos de Bilardo en la previa del mundial de Estados Unidos 94 y voló a Tel Aviv para un encuentro que terminó 3-0 para los sudamericanos, y Daniel Passarella completó el «ciclo israelí» en 1998 con la única derrota, un 2-1 a favor de los anfitriones.
De amigo a «enemigo»
Toda esa historia explica el «Israel da suerte» de Maradona, de quien circulan fotografías en el Muro de los Lamentos y conversando con el recordado primer ministro Itzjak Rabin.
Sin embargo, en sus últimos años, aquellos de amistad con el líder cubano Fidel Castro y con el presidente venezolano Hugo Chávez, Diego pasó de «amigo» a «enemigo» del estado judío.
La frecuentación de clínicas, medios periodísticos y nuevas amistades en La Habana y en Caracas colocaron a Maradona en el sector de cierto populismo de izquierda latinoamericano.
Desde allí se acercó también a organizaciones pro-palestinas, lo que lo habría llevado a cortar sus lazos -aunque mínimos y tibios- con Israel.
Por ejemplo, durante una entrevista con el canal venezolano Telesur, Maradona se quejaba por la supuesta desproporción en los enfrentamientos en Medio Oriente.
«Los palestinos tiran con piedras, y los israelíes les tiran con unos misiles que son así», se quejaba mientras extendía sus brazos.
De Maradona a Messi
A esa altura, el breve «romance» con Israel ya era cosa del pasado. De todas maneras, cuando falleció, el astro recibió también el saludo de varios líderes locales. «Gracias por los momentos inolvidables», dijo, por ejemplo, el entonces presidente, Reuven Rivlin.
Mientras se acerca el cuarto aniversario de la partida física del gran futbolista, en Israel los niños tienen como ídolo a su compatriota, Lionel Messi, quien también vino a jugar al país.
Pero siempre hay lugar en el corazón para recordar a Maradona, porque -como dice la muestra que llegó a Tel Aviv- Diego Vive.
Israel Económico
Gran antisemita, drogadicto,perverso. Nunca respeto a sus hijos ni a sus mujeres. Ahora lo adoran y respetan? Vergüenza !!!