Si definimos a las diferentes formas de gobierno, nos encontraremos con las siguientes:
Democracia: Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes.
Teocracia: Gobierno que se consideraba ejercido directamente por Dios.
Monarquía: Organización del Estado en la que la jefatura y representación supremas son ejercidas por una persona a título de rey o reina.
Dictadura: Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales.
Entonces aparece un término poco conocido la Kakistocracia.
La Kakistocracia es un gobierno dirigido por los peores ciudadanos, los menos cualificados o los más inescrupulosos. La palabra se acuñó ya en el siglo XVII. En palabras más coloquiales es la forma de gobiernoconducida por los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos de un determinado grupo social.
El 9 de agosto de 1644 en St. Maries, Oxford, el religioso Pablo Gosnold utilizó por primera vez la palabra Kakistocracia durante un sermón:
Por lo tanto, no debemos tener ningún escrúpulo en orar contra tales: contra aquellos devotos incendiarios, que han buscado fuego en el cielo para incendiar su país, fingiendo ser religiosos para levantar y mantener la rebelión más perversa; contra esos de Nerón, que desgarraron el útero de la madre que los parió e hirieron los pechos que los amamantó; contra aquellos caníbales que se alimentaron de la carne y se emborracharon con la sangre de sus propios hermanos; contra aquellos de Catilina que buscan sus fines privados en el disturbio público y prendieron fuego al Reino para asar sus propios huevos; contra esas tempestades del Estado, esos espíritus inquietos quienes no pueden vivir más, además de ser pegajosos y entrometidos, quienes son picados con un afán perpetuo de cambiar e innovar, transformando nuestra antigua Jerarquía en un nuevo Presbiterio, y éste nuevamente en una renovada Independencia; y nuestra bien templada Monarquía en una loca especie de Kakistocracia. ¡Buen señor! ¿Qué rumbos salvajes e irregulares han corrido estos hombres, desde que las riendas se han desatado sobre ellos?
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Veamos, simplemente las Organizaciones internacionales, como la ONU:
Por ejemplo, el 9 de noviembre de 2023, la Asamblea General de la ONU, que reúne a 193 miembros, aprobó, a través de dos comités, ocho resoluciones condenando y criticando a Israel, sin mencionar otras cuestiones del panorama internacional. «La ofensiva de la ONU contra Israel con un torrente de resoluciones sesgadas, apenas un mes después de la mayor masacre de judíos desde el Holocausto, y en el 85º aniversario de la Kristallnacht (Noche de los cristales rotos) es surrealista», afirmó Hillel Neuer, director ejecutivo del Observatorio de la ONU. “El único propósito de estas condenas desequilibradas es demonizar al Estado judío. El mundo no debe engañarse pensando que tales resoluciones promueven de alguna manera la causa de la paz o los derechos humanos”.
O como la UNRWA
La UNRWA es una organización que perpetúa el problema de los refugiados palestinos. También perpetúa la narrativa del llamado derecho al retorno, que tiene como objetivo eliminar al Estado de Israel y, por lo tanto, UNRWA debe ofrecer al mundo… Se ha comprobado cuantos funcionarios de esta “organización pacífica” han participado del criminal atentado del 7 de octubre del 2023.
O como si fuera poco como mayor ejemplo de Kakistocracia, son las actitudes del Estado del Vaticano, cuyo jefe es el Papa Francisco I.
La Ciudad del Vaticano, una ciudad estado ubicada dentro de Roma, Italia, es la sede central de la Iglesia Católica Romana. Es el hogar del Papa y es un tesoro de la arquitectura y el arte icónicos. Sus Museos del Vaticano contienen antiguas esculturas romanas, como la famosa “Laocoonte y sus hijos”, junto con frescos renacentistas en las Salas de Rafael y en la Capilla Sixtina, famosa por el techo pintado por Miguel Ángel.
No deseo que se vea mis palabras una crítica, o una agresión al mundo cristiano, más bien a las declaraciones y actitudes que el sumo pontífice desprende contra el Estado de Israel.
Semanas atrás, en un artículo escrito en este medio de comunicación, el cual tengo el placer de expresar mis opiniones, con un criterio de libertad y respeto, escribía a respecto del tema del Vaticano, cuyo nombre al mencionado articulo era: “Los Papas: una larga historia triste y oscura”. En ese momento recibí algunos, pocos, criticas, donde me manifestaban que el Papa Francisco I era un amigo del Pueblo Judío y del Estado de Israel. Por lo que se observa, en cada una de sus últimas manifestaciones está muy lejos de eso.
Parece ser que se hace realidad o es un hecho lo expresado por el religioso Pablo Gosnold, en el Siglo XVII: «…. que han buscado fuego en el cielo para incendiar su país, fingiendo ser religiosos para levantar y mantener la rebelión más perversa»
Por un instante veamos lo que sucede en Siria:
La guerra civil estalló en Siria en 2011, hace ya más de 13 años, en medio de una ola de protestas y levantamientos en casi todo Medio Oriente que llegó a conocerse como “primavera árabe” y tuvo amplios efectos políticos y sociales en la región.
El conflicto comenzó el 15 de marzo de 2011, cuando una masiva manifestación sacudió a Damasco, capital de Siria, en el marco de la “primavera árabe”, una ola de protestas iniciada en Túnez y Egipto que pareció prometer grandes cambios en la región, controlada por gobiernos autoritarios.
¿Cuál ha sido el costo humano del conflicto?
De acuerdo con las últimas estimaciones de la ONU, al menos 306,887 personas han muerto en el conflicto, se trata de una estimación hasta el 2022. La cifra incluye casi 12.000 niños, de acuerdo con UNICEF.
Hay además 6,8 millones de desplazados internos y 5,2 millones de refugiados sirios en países cercanos —solo Turquía alberga al 62,3%—, según la ONU con datos hasta agosto de 2023.
“Nos corresponde a todos escuchar las voces de los supervivientes y las víctimas de Siria, y las historias de los que ahora han callado para siempre”, dijo en 2021 la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
La guerra en Siria lleva trece, casi catorce años y hace dos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) abandonó el esfuerzo de contar sus muertos. Las estimaciones rondan el medio millón.
Es el caos que el presidente Bashar al-Assad desató, para mantenerse en el poder.
La Corte Internacional de la Haya, nunca emitió una condena, como mucho escuchó algún otro caso de denuncia por tortura, en Siria.
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Otro ente internacional, que se lo puede encuadrar dentro de la Kakistocracia.
Regina Lynch, directora de proyectos de la fundación pontificia ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’ (ACN), que estuvo en los primeros meses del año 2024,en Damasco, Siria, adonde acudió en representación de ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’ (ACN) a una conferencia de la Iglesia católica, junto con otras organizaciones de ayuda que atienden a la población siria. La directora de proyectos de la fundación pontificia expresóen una entrevista, a respecto de la situación de los cristianos en Siria, tras trece años de una terrible guerra civil.
En el mes de marzo de 2024 se han cumplido trece años de guerra en Siria, pero el aniversario no ha tenido mucha repercusión en los medios de comunicación…
Y parece ser que tampoco en las opiniones y declaraciones del Papa Francisco I, como si fuese su único objetivo declarar contra el Estado de Israel, el único Estado Judío.
La mayoría de los cristianos viven en Damasco, Alepo, Homs, y en otras grandes ciudades, junto con un número considerable en la Gobernación de Al-Hasakah, en el noreste de Siria, Tartus y Latakia.
Varias manifestaciones han estallado este martes pasado en diferentes barrios cristianos de Damasco para protestar por la quema de un árbol de Navidad la noche antes del día de Nochebuena, cerca de la ciudad de Hama, en el centro de Siria. «Exigimos los derechos de los cristianos», han coreado al unísono los manifestantes.
Por en cuanto en Israel, la Navidad es muy diferente del mundo comercializado. La Navidad en Tierra Santa es una experiencia espiritual para los peregrinos cristianos que viajan durante las vacaciones, después de todo, la Tierra Santa es el lugar de nacimiento de Jesús.
El respeto del Gobierno Israelí, cuyo primer ministro Benjamín Netanyahu, expresó palabras de felicitaciones y bendiciones para la grey católica. Pero por lo contrario el sumo pontífice se pasa realizando actitudes, y expresando palabras que conducen y retrotraen a los tiempos oscurantistas de la Iglesia en la Europa medieval.
El Papa Francisco I, sintetiza la Kakistocracia, que impera en el mundo. No escucho del mencionado líder de la fe cristiana, declaraciones y protestas con respecto a la persecución de sacerdotes en países latinoamericanos que están bajo una dictadura, no es necesario mencionarlos, porque gran parte del mundo lector y pensante debe saber a qué me estoy refiriendo.
En este momento de oscuridad en un mundo donde los valores están invertidos, en el momento donde el mundo católico conmemora sus altas festividades, el mundo judío conmemora Janucá.
Janucános recuerda los acontecimientos ocurridos hace unos 2.200 años en nuestra tierra ancestral. El mandamiento principal de esta fiesta es encender la Januquiá – el candelabro de ocho brazos – cada noche de los ocho días de fiesta, en memoria del milagro del aceite. Sin embargo, el tema central de Janucá es la victoria militar que garantizó la continuidad del judaísmo y, por extensión, de nuestro pueblo. Este triunfo tuvo lugar cuando la Tierra de Israel estaba bajo el dominio del Imperio Seléucida, un estado helenístico que surgió tras la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a.e.c
Más que una lucha por la libertad política, la revuelta macabea fue un acto de resistencia contra la asimilación forzada, que de otro modo habría resultado en la extinción de nuestro pueblo. Celebrar esta victoria, Janucá simboliza la resiliencia de la fe y la identidad judía frente a la opresión.
Es el mensaje del Pueblo Judío, el Estado de Israel, a un mundo dirigido por Kakistocráticos, que la luz de nuestra Menora, a pesar de comentarios banales, imberbes y fuera de contexto, con una parcialidad que visa el sendero de promover odio de las figuras encumbradas de ciertas estructuras políticas mundiales, entre ellas, tristemente la del jefe de la iglesia apostólica romana, puedo afirmar que esa luz continuara irradiando eternamente, el mensaje autentico, de valores, que muchos han tratado de distorsionar.
La Menorá continuara brillando eternamente como la eternidad del Pueblo Judío.
Por Rabino M.Ed. Ruben Najmanovich