88 personas estuvieron en el departamento de Nisman luego de ser asesinado

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Este sábado se cumplen 10 años del crimen del fiscal Alberto Nisman, que había denunciado a Cristina Kirchner. Por el desastre en la escena del crimen ya están imputados Berni y los ex jefes de la Federal y de Prefectura.

El cerrajero Gualberto Gualterio Pérez abrió la puerta a las 22.32 y entró una manada de búfalos.

El fiscal Alberto Nisman estaba en el baño de su departamento con un tiro en la cabeza.

«Dijeron que la puerta estaba cerrada, pero sólo estaba con la llave colgando desde adentro… así que sólo empujé la llave para que cayera, giré el pestillo y abrí. Nada más. La puerta estaba abierta. Eso fue todo«.

Después de que el cerrajero franqueara el acceso, la madre de Nisman entró al departamento de su hijo con una amiga y Armando Niz, uno de los custodios del fiscal que lo había dejado solo durante todo el día.

Increíblemente, el otro custodio, Luis Miño, se quedó abajo. Buscaron a Nisman durante más de 11 horas, pero cuando llegó el cerrajero sólo uno de los custodios entró al departamento con las dos señoras, para ver por qué Nisman no contestaba el timbre ni el teléfono.

Desde ese momento -ya entrada la noche profunda del domingo 18 de enero de 2015-, todo lo que no hay que hacer en la escena de un crimen comienza a suceder sin pausa. Vertiginosamente.

Llamados a las autoridades de Seguridad y, recién más de una hora después, a las autoridades judiciales. Gente que empieza a llegar al departamento con una función específica y otra gente, mucha, demasiada, sin nada que hacer.

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Sergio-Berni-a-10-años-del-crimen-de-nisman
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Diez personas caminando libremente por todo el departamento de Nisman muerto. Enseguida veinte, treinta, cuarenta.

Tocan todo y se sientan en los sillones del living y en la cama de Nisman.

Entran y salen del comedor, donde aún están las hojas de la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner por encubrir a los terroristas que volaron la AMIA. Entran y salen de la segunda habitación del departamento, donde todavía hay un celular y una computadora encendidos.

Pasan un par de horas y la gente que pasa por allí supera las cincuenta personas.

Ya son sesenta, setenta. Ochenta.

Ochenta y ocho es al menos -porque podría haber aún más-, la cantidad de personas que la fiscalía de Eduardo Taiano identificó una por una, con nombre y apellido, que estuvo en el departamento de Nisman muerto durante la fatídica madrugada del 18 al 19 de enero de 2015.

Ese listado -al que tuvo acceso Clarín-, ya está en manos del juez Julián Ercolini, a cargo de llevar adelante las imputaciones que Taiano formuló hace un mes contra el ex secretario de Seguridad Sergio Berni, el ex funcionario de Berni, Darío Ruiz, y los ex jefes de la Policía Federal y de la Prefectura. Todos fueron imputados, precisamente, por aquel desastre en la escena del crimen.

El descontrol fue tal que sorprendió a los testigos y a los propios vecinos de Le Parc que, en pleno procedimiento, no podían creer que pudieran moverse por la misma torre donde estaba Nisman muerto con tanta facilidad.

Cristian Emmanuel Choi llegó al complejo Le Parc a las doce y media de la noche. Vivía cinco pisos arriba de Nisman, en la misma torre. El lugar era un hervidero de gente.

“Había todo un lío ahí afuera, pero entré como si nada. Nadie me preguntó quién era, nada. Ya había lío de cámaras, periodistas, policías, pero entré caminando e ingresé a la Torre Boulevard como si nada… me llamó mucho la atención que no me hubieran pedido nada para entrar. Al menos deberían haberme tomado los datos, porque entré a la misma torre donde falleció el fiscal”, declaró el vecino.

Alejandra Bárbara Czmychalo vivía cuatro pisos arriba de Nisman. Llegó a medianoche con su novio.

“Vimos que había un patrullero y varias personas en el hall de la torre Boulevard. Preguntamos si había pasado algo pero nos dijeron que no había nada de qué preocuparse, que podríamos ingresar sin problemas”.

Oscar Guillermo Colombo cenaba con amigos en Le Parc. Cuando se fue, en la planta baja le llamó la atención “la aglomeración de gente”. Pero salió tranquilamente, sin que nadie lo frenara: “Al día siguiente me puse a pensar sobre el tema… me llamó la atención cómo no me preguntaron quién era, qué hacía, de dónde venía. Incluso salían otras personas más del complejo y tampoco a ellos les preguntaron nada. Nos llamó la atención que salimos sin ningún problema…”.

Carlos Alberto Collongues vivía sólo un piso arriba de Nisman y se enteró de la muerte del fiscal mientras miraba televisión. “Salí de mi departamento por la puerta de servicio y bajé las escaleras hasta el piso 13. Había una cantidad importante de personas y una de ellas me informó que habían hallado sin vida al doctor Nisman. De ahí volví a subir a mi departamento y luego me fui a la planta baja por el ascensor principal. Había una gran cantidad de personas”.

Todos estos testimonios están en el expediente que investiga el crimen de Nisman.

Las personas circularon por el complejo sin obstáculos, entraron y salieron sin que se les preguntara los datos personales ni qué hacían allí.

Para la fiscalía, “es llamativo que no se haya controlado esto, dado que podrían encontrarse en Le Parc personas que hubieran intervenido en el homicidio. Los victimarios bien pudieron haberse retirado del lugar del hecho en pleno desarrollo del procedimiento y con las fuerzas de seguridad presentes o incluso alterar la escena del hecho”.

Adentro del departamento, finalmente, se registraron 35 huellas dactilares, pero no había ninguna de Nisman, que vivía allí. La única que se identificó estaba sobre una puerta y pertenecía al jefe de Prefectura que tenía que controlar que nada alterara la escena del crimen.

Los agentes se seguridad que trabajaron esa noche no sólo no hallaron huellas de los posibles asesinos de Nisman. Además, dejaron las suyas.

Para el mapa del descontrol general se suman en el expediente los relatos de los testigos convocados para dar fe de las actuaciones policiales y judiciales.

El testigo Brandariz dijo: “Nadie me dio pantuflas especiales para entrar al departamento… de hecho, ahora tengo las mismas zapatillas que tenía puestas ese día”.

Para el testigo Chamorro Segovia, la cama de Nisman en su cuarto estaba desarmada “como si Nisman recién se hubiese levantadoEn esa cama había gente sentada, como la madre de Nisman y otra persona”.

El testigo Lopreiato dice que lo hicieron sentar tranquilamente en un sillón del living “donde estaban sentadas otras dos testigos”.

Antonella López Torlaschi lo recuerda bien: “Me resultó llamativo que me hicieran sentar en un sillón que estaba en un lugar donde había pasado algo. De hecho, yo no me quería sentar ahí”.

Es notable cómo los testigos -gente común, que pasaba por la calle- se daban cuenta de que había que tener más cuidado en el departamento donde los habían hecho subir, y las decenas de agentes de seguridad más la gran cantidad de funcionarios en el lugar ignoraban uno a uno esos detalles.

El testigo Brandariz declaró algo mucho peor. Dijo que lo hicieron pasar al baño donde estaba Nisman mientras la médica forense realizaba tareas sobre el cuerpo y a él lo hicieron parar “encima del inodoro o del bidet”. Es el que estaba con sus propias zapatillas.

Otro detalle entre decenas: Según el expediente, “se desconoce el momento exacto y la manera en la que se levantó el arma, dado que existe un corte en la grabación de aproximadamente cuatro minutos”.

El arma que mató a Nisman estaba debajo del hombro izquierdo del cuerpo, junto a la bañera, una posición imposible para alguien que presuntamente podría haberse suicidado con la mano derecha, de pie frente al espejo.

Todo el procedimiento parecía estar siendo filmado por las autoridades, pero la grabación se interrumpe cuando tienen que levantar el arma que luego aparece sobre el bidet y, más tarde, sobre una de las mesas de luz de la cama de Nisman.

Mientras todo eso ocurría, Berni caminaba por el departamento hablando con Cristina Kirchner. De las 31 veces que habló con ella aquella noche, cinco fueron directamente desde la escena del crimen.

Un par de horas después, saldría el comunicado oficial sugiriendo que Nisman se había suicidado.

Mientras escribían ese comunicado, en una reunión hecha durante la madrugada en el Ministerio de Justicia, estaban Berni, el también funcionario ahora imputado Darío Ruiz, el entonces ministro de Justicia Julio Alak y, en el teléfono, la presidenta Cristina Kirchner.

La lista completa de las 88 personas que estuvieron en la escena del crimen de Nisman

Clarín

2 COMENTARIOS

  1. A mi lo que más me indigna es que uno de los nuestros .se expuso a frenar la querella para el esclarecimiento de todo lo que hoy logramos dar a luz por nuestros caídos en los atentados y a Nisman que lucho por la justicia de los nuestros

  2. A mi lo que más me indigna es que uno de los nuestros .se expuso a frenar la querella para el esclarecimiento de todo lo que hoy logramos dar a luz por nuestros caídos en los atentados y por justicia tras morir Nisman que lucho por la justicia de los nuestros y fue asesinado por eso

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