Mañana, Baruj HaShem, Iair Horn vuelve a casa. Por Gaby Lob

Mañana vuelve a una casa de la que fue arrancado a la fuerza durante la madrugada del 7 de octubre.

Mañana vuelve de donde se lo llevaron por ser judío.

A Iair, como a tantos otros, lo enterraron en túneles por ser judío.
Lo encadenaron por ser judío.
Lo torturaron por ser judío.
Lo hambrearon por ser judío.
No lo curaron por ser judío.

Y un día, deberás explicar qué hiciste ante este horror.
O por qué elegiste no hacer nada.

Mañana, Hamás va a liberar a Iair, al inocente Iair; e Israel, a cambio, entregará a 30 malnacidos.
¿Recuerdan cuando—con hipocresía—exigían “proporcionalidad”?

Ya no escucho a nadie pedirla.
Ni siquiera reclamar su ausencia.

Después de 500 días de hambre, de frío, de miedo y de desesperación, Iair volverá a casa.

• El padre de Iair y Eitan, Itzik Horn, fue sometido a un trasplante de riñón y esperará a su hijo en el hospital

Mañana, Iair podrá abrazar a Ruthy, su madre.
A Itzik, su padre.
A su hermano Amos.
A sus sobrinos.
A Dalia, su cuñada.
Mañana, Iair volverá a ser hijo, hermano y tío.

Pero no va a volver entero.

Y no solo porque nadie vuelve entero después de 500 días secuestrado en la oscuridad.
Iair no podrá volver entero porque deja en Gaza a su hermano Eitan.

El fin de semana vimos el infierno.
Vimos a tres hombres que sobrevivieron al espanto.
Salieron esqueléticos.
Demacrados.
Rotos.

Salieron con la mirada vacía y con el cuerpo marcado por el horror.

Fallamos cuando dijimos “Nunca más”.

Porque no hay diferencia entre las imágenes de estos rehenes y las de los sobrevivientes de los campos de concentración.

El mundo volvió a fallarle a los judíos.

Mañana sale Iair, y Alex, y Sagi, quien conocerá a su beba.
A una beba que nació mientras él estaba al borde de la muerte.

Mañana, Iair vuelve a casa.

Pero Eitan sigue ahí.
Muchos siguen ahí.

Mañana sale Iair, pero deberían salir TODOS.

Mañana salen Iair, Alex y Sagi, y yo rezaré por su pronta recuperación,
pero ya no tendré que pedirle a Dios que puedan volver a casa.

Autor: Sissi Emperatriz @GabyLob