La secuestrada liberada Emily Damari habló hoy con los medios británicos sobre las complejas cirugías a las que se sometió para tratar las graves heridas de la masacre del 7 de octubre, que fueron tratadas inadecuadamente durante sus 471 días de cautiverio en Hamas.
«He aceptado plenamente mi mano, mi dolor y mis cicatrices. Para mí, representan libertad, esperanza y fuerza. La operación en mi mano y pierna fue mucho mejor de lo que esperaba. Mi recuperación llevará tiempo; mi mano nunca sanará por completo, pero el terrible dolor que sentí durante un año y medio después de que me cosieran los nervios en la primera operación en el Hospital Shifa de Gaza ha desaparecido», compartió.
«Los médicos y las enfermeras han hecho un trabajo increíble. El dolor intenso que sufrí durante un año y medio debido al mal trato en cautiverio ha disminuido significativamente. Ahora, con rehabilitación y fisioterapia, espero que mi mano vuelva a funcionar mejor que antes», añadió.
-
Así fue el regreso de Emily Damari al lugar de su secuestro en Kfar Aza
-
El heroico pedido de Emily Damari a los terroristas de Hamás antes de que la liberaran
Emily Damari, de 28 años, recibió un disparo cuando militantes de Hamás irrumpieron en su casa en el barrio de Dor Tzair del kibutz Kfar Aza. Relató que durante el ataque, los terroristas de Hamás mataron a tiros a su perro mientras ella lo sostenía en sus brazos, hiriéndole la mano izquierda y la pierna derecha en el proceso.
La madre de Emily afirmó que su hija fue atendida de forma inexperta, con los dos dedos heridos cosidos sin suturas adecuadas y las heridas selladas sólo parcialmente. «Es un milagro que Emily no haya contraído una infección en los túneles», comentó.
Tras su liberación, Emily fue grabada en su primera videollamada con su hermano Tom, marcando una «V» con su mano herida y luciendo una amplia sonrisa. Un gesto que imita sus heridas, con los dos dedos medios doblados hacia abajo hasta la mitad, ha sido utilizado por varios deportistas israelíes como señal de solidaridad con los rehenes.