Un grupo de arqueólogos descubrió una basílica bizantina que fue construida hace 1.500 años en el suroeste de Jerusalén. Los restos hallados pertenecen a una iglesia que servía como lugar de culto cristiano para las comunidades vecinas, informó la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Los restos del templo descubierto tenían 22 metros de largo y 12 metros de ancho, y la decoración consistía en un mosaico colorido. Los mosaicos se extienden hasta las salas aledañas a la nave central fuero trasladados a un museo regional para que sea exhibido al público. Además se encontraron materiales de uso cotidiano como ollas, cuencos o lámparas de aceite, y también veleros de cristal típicos de este período. Los encargados del descubrimiento destacaron que es la primera iglesia que se encuentra entre los restos de un importante asentamiento bizantino.