El Rabino Alejandro Avruj de la Comunidad Amijai dialogó con VIS A VIS luego de haber recibido el Premio a los derechos humanos por parte de la B`nai B`rith junto al Padre José María (Pepe) Di Paola por el trabajo que hacen en las villas colocando comedores para la gente del lugar.
– ¿En que momento te llega este premio de los derechos humanos?
– Mi sensación es que estoy en un momento que estoy haciendo la síntesis de muchos años de trabajo en donde este premio es la conclusión. Este trabajo social que nace en la hermosa y pequeña comunidad de Mataderos. En esta nueva etapa que estoy viviendo con la Comunidad Amijai, para mí recibir este premio es un aliciente muy importante por que siento que estoy cerrando etapas, pero comenzando muchas grandes muy nuevas. Esta condecoración me retrotrae a un montón de otros tiempos para que yo sea el rabino que soy hoy, y que me ayudan a definir el rabino que quiero ser.
– Cuenteme de que se trata estos dos nuevos comedores que van a inaugurar con el Padre Pepe
– El 2014 fue un año de quiebre para el Padre Pepe y para mí por que yo empecé en la Comunidad Amijai, y Pepe comenzó en la Villa la Carcova, y en el viaje que nos re-encontró para acompañar en la peregrinación de paz junto al Papa Francisco fue el inició para fundar estos dos comedores llamados «Shalom»; uno en Villa la Carvoca y otro en la Comunidad Amijai. El comedor de Belgrano ya está funcionando durante dos días, y se va a sumar un tercer día, y el otro comedor con el mismo nombre en la villa. Para nosotros esto es transformar el diálogo interreligioso en acciones.
– ¿Cómo es la recepción de la gente que vive en las villas?
– La experiencia del trabajo en la villas no solamente se traslada a mi persona ,sino que al día de hoy hay un montón de comedores que para las santas fiestas vienen a compartir o el final de Iom Kipur o el Shabbat Shuva. El vínculo es enorme y hermoso.