El Ministerio de Defensa israelí anunció hoy, jueves, en un comunicado de prensa, que las pruebas realizadas en conjunto con el contratista estatal Rafael demostraron el éxito de las modificaciones en las capacidades operativas del sistema antimisiles Cúpula de Hierro (foto) “para ampliar y mejorar su rendimiento de cara a un nivel de amenaza sin precedentes”.
Cada batería está compuesta por un minirradar multimisión fabricado por las Industrias Aeroespaciales de Israel y tres lanzadores con 20 interceptores Tamir cada uno, originalmente diseñados para actuar hasta un máximo de 70 kilómetros, rango que fue incrementándose continuamente desde su implementación en 2011.
El radar permite predecir el lugar de impacto del proyectil enemigo, de modo de decidir si conviene neutralizarlo o no, dado que cada interceptor cuesta entre 50.000 y 100.000 dólares y suelen dispararse de a dos.
Fuente: Diario Judío