Se suicidó el jefe de la Unidad de Fraudes de la Policía de Israel en medio de escándalos de corrupción

El detective número uno del país, el jefe de la Unidad Nacional de Fraudes de la Policía, el inspector general Efraim Bracha, sospechoso de haber estar involucrado en escándalos de corrupción, se pegó un disparo dentro de su automóvil, cerca de su vivienda en Modiín. Los paramédicos que arribaron al lugar confirmaron su muerte.

Bracha, de 55 años, padre de cuatro hijos, era considerado un detective brillante y uno de los oficiales más talentosos de la policía. Su nombre alcanzó celebridad dentro de las filas de la fuerza tras dirigir delicadas investigaciones de trascendencia nacional.

Efraim Bracha, alcanzó resonancia en los medios cuando su nombre fue vinculado a alegatos de corrupción en el caso del controvertido rabino Yoshiyahu Pinto. Sin embargo, todas las apelaciones contra su nuevo nombramiento como jefe de la Unidad Nacional de Fraudes fueron rechazadas.

Pinto es yerno del Gran Rabino de Argentina, Shlomo Ben Hamu, y fue condenado, el 12 de mayo pasado, a un año de prisión y a pagar una multa de un millón de shekels (aprox. 260 mil dólares), en un acuerdo por fuera de los tribunales, por intentar sobornar a Bracha. Pinto confesó que le entregó a Bracha más de 400 mil shekels (aprox. 100 mil dólares) a Bracha, que le ofreció otra suma similar y que además trató entorpecer el proceso judicial. No obstante, algunos seguidores del rabino Pinto abrieron una página de Facebook bajo la consigna “Justicia perseguirás” dedicada, entre otras cosas, a criticar a Bracha.

Las apelaciones en contra del nombramiento de Bracha para dirigir la Unidad Nacional de Fraudes fueron rechazadas. Tres jueces, incluyendo el juez de la Corte Suprema de Justicia, Asher Grunis, declararon que Bracha estaba calificado para el puesto a raíz de sus logros en la policía. Bracha estuvo al frente de la unidad de fraudes durante las investigaciones al ministro Silvan Shalom y al ex ministro Fuad Ben Eliezer.

Los jueces dijeron que el Estado y el fiscal disputaron la decisión de la Corte, en aquel momento, pero que no pudieron apelar la decisión al no haber logrado encontrar nuevas pruebas.

Sin embargo, la fiscalía indicó que habrían surgido nuevas evidencias indicando fallos institucionales, que no estaban vinculados directamente con Bracha pero que podrían alterar la decisión de los jueces de no intervenir en su designación.

Fuente: Aurora