En un dramático cambio con respecto a la política mantenida hasta ahora, el gobierno de Jerusalén ha decidido abrir una discusión con los responsables de la Corte Penal Internacional (CPI), en La Haya, sobre los esfuerzos de la Autoridad Palestina (AP) para tratar de procesar a Israel por presuntos “crímenes de guerra” en relación a la conflagración, del verano pasado, contra el grupo extremista islámico Hamás, en la Franja de Gaza.
Hasta ahora, Israel rechazaba otorgarle reconocimiento oficial a la CPI; pero estima que paradójicamente esta postura ha permitido vilipendiar al Estado judío en el tribunal de La Haya. Al igual que Estados Unidos y Rusia, Israel no ha ratificado el Estatuto de Roma, que es la base sobre la que se ha establecida la CPI.
Ahora, en cambio, el gobierno está lanzando un proceso de alcance limitado en la CPI cuyo objetivo es, en primer lugar, clarificar que Israel es capaz de investigar por sí mismo sus acciones militares, y en segundo lugar que la CPI no tiene autoridad para discutir las denuncias de la AP, porque la entidad palestina no es un país.
«La posición de Israel, al igual que la posición de otros países del mundo, es que la Corte Penal Internacional de La Haya no tiene autoridad para escuchar la petición palestina debido a que Palestina no es un estado y porque el sistema judicial israelí es independiente y puede atender las denuncias sobre la cuestión de los presuntos crímenes de guerra», subrayó un funcionario al diario Haaretz.
Tras varias discusiones entre los representantes del primer ministro, Biniamín Netanyahu, funcionarios de los Ministerios de Exteriores y de Justicia, altos oficiales del Ejército de Defensa de Israel y del Consejo de Seguridad Nacional se acordó enviar un
equipo especial con sus miembros a La Haya para reunirse con la fiscal principal del tribunal internacional, Fatou Bensouda, de Gambia.
El estamento político sostiene que la medida no constituye una cooperación sobre la investigación preliminar que la CPI está llevando a cabo en base a las denuncias de la AP, y que por el contrario esta acción trata de archivar la investigación.
«No estamos hablando de cooperar con la investigación preliminar que la CPI está llevando a cabo, a raíz de la petición palestina», apuntó el funcionario, citado por el rotativo. «Israel no tiene la obligación de cooperar con la investigación preliminar que la fiscalía está realizando».
Fuentes oficiales sugirieron que el primer encuentro entre los equipos de Israel y la CPI tendría lugar en los próximos días.
Mientras tanto, Israel se niega a responder a las acusaciones palestinas elevadas ante la CPI.
El mes pasado, la AP envió oficialmente un primer archivo de documentos a la CPI, en un intento de procesar a Israel por “crímenes de guerra”.
En ese momento, en una primera reacción, funcionarios del gobierno señalaron que Israel no tiene intenciones de cooperar con la CPI.
La decisión palestina de sumarse a la CPI es una violación de los Acuerdos de Oslo de 1993, que dieron lugar al establecimiento de la AP.
El presidente norteamericano, Barack Obama, ha afirmado que no cree que “Palestina” sea un estado soberano y por lo tanto no califica para ser parte de la CPI. Sin embargo, Washington no amenazó explícitamente retirar su paquete anual de 440 millones de dólares de ayuda a la AP; aunque dijo que está revisando el asunto debido a que la integración de la AP en la Corte de la Haya es una transgresión a los acuerdos mencionados.
Fuente: Aurora.com