La directora ejecutiva del Museo del Holocausto, Gabriela Scheyer, dialogó en exclusiva con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS acerca de la exposición «Valentía Macabea durante la Shoá» que se presentará este miércoles a las 19 horas en el Museo en conjunto con FACCMA y Maccabi Mundial para homenajear a aquellos atletas que resistieron durante el Holocausto por su condición de judíos.
– ¿Qué significado tiene que el Museo del Holocausto haga una muestra que hable del deporte pero que al mismo tiempo mencione una de las épocas más oscuras de la historia del Siglo XX?
– La muestra que inauguraremos el próximo miércoles es el resultado de un trabajo conjunto que venimos llevando a cabo entre el Museo y FACCMA en el marco de un importante convenio de cooperativismo firmado por las instituciones. Entre otras cosas, nuestra institución participó de la capacitación en relación a la temática de la Shoá, de los participantes de las Macabeadas Europeas en Berlín. Elegimos esta temática para la muestra ya que nos une a ambas instituciones en nuestras misiones educativas. Esta exposición nos habla de la lucha, la resistencia y la valentía de jóvenes macabeos durante el Holocausto. Dedicamos el primer panel de la muestra a la vida macabea antes de la Shoá. Entendemos que es imposible poder trabajar sobre le inmensa pérdida, sin tener una dimensión de lo que había antes de la Shoá, de la vida cultural, social, deportiva, la juventud que logró construir la comunidad judía europea. Es impactante ver la cantidad de fotos que fuimos encontrando de equipos deportivos macabeos en distintos países de Europa de los cuales, de la mayoría de los deportistas, no tenemos registro. Se eligió trabajar especialmente sobre la vida de dos deportistas: Alfred Hirsch y Judith Deutsch, ambos luchadores por la vida. Hirsch en Terezin puso mucho esfuerzo en ocuparse de la juventud, enseñando deportes y preparando jalutzim para la aliá. Hirsch se esforzaba para mejorar las condiciones de vida de los niños en el gueto e insistía en que los niños hicieran ejercicio y se lavaran todos los días para mantener una buena condición, la cual él veía como la única manera de sobrevivir. Mientras que Judith Deutsch fue una de las tres nadadoras judías del equipo austriaco que decidió boicotear las Olimpíadas.
– ¿Cuán emparentado está el deporte y la Shoá?
– Una de las relaciones que no podemos obviar fueron los Juegos Olímpicos en Berlín 1936 en pleno gobierno nazi. Esta competencia fue una excelente vidriera que Hitler y Goebbels habían soñado para su régimen. Por casi dos meses, el racismo, la intolerancia y el odio parecieron no existir en Alemania. Se sabe que en 1935 se crearon «cursos de entrenamiento olímpico destinados a atletas judíos” que fue una farsa ideada por los nazis, en un intento de desviar las críticas internacionales respecto del antisemitismo alemán.
– ¿Qué mensaje intentan transmitir con la muestra de «Valentía Macabea»?
– Considero que el mayor mensaje que nos dejan las acciones de estas dos personalidades es el de resistencia y lucha. Cada uno de ellos, desde otro lugar y dentro de sus pocas posibilidades, resistió a lo prohibido con la esperanza de que con sus acciones algo de la realidad podría cambiar. Esta muestra es una manera más de rendirle homenaje a quienes resistieron y lucharon por la vida.