Mario Averbuch, padre de Yanina, quien falleció el 18 de julio de 1994 en el Atentado a la AMIA, es integrante de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas del ataque a la mutual judía, dialogó en exclusiva con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS, y habló por el Juicio por Irregularidades que se está desarrollando todos los jueves en Comodoro Py.
– ¿Qué opinión tiene con respecto al desarrolló del Juicio por Irregularidades?
– Yo más que opinión tengo esperanzas, pero yo creo que si no logramos probarles los hechos a todos los imputados, todos van a decir no me acuerdo o no estuve. Lograr que alguno se quiebre desde el «Fino» Palacios hasta el reducidor de coches (Telleldín) es muy difícil. Yo no se lo que va a pasar, yo sólo tengo deseos de que pasen cosas, pero me temo que no va a suceder nada.
– En una de las audiencias, el ex presidente Carlos Menem aseguró que tiene una información sobre el atentado a la AMIA que no puede develar por que tiene el secreto de Estado… (interrumpe)
– Mentiras. Cuando bajo del avión el ex juez Juan José Galeano, hace 21 años atrás, nos dijo que nos íbamos a caer de espaldas con toda la información que tenía, sin embargo todavía no sabemos lo que descubrió. Menem estaba tan equivocado en su momento que fue a pedirle disculpas al embajador de Israel, en vez de decirle a los deudos que nos habían matado a nuestros familiares. Que podemos esperar de esa gente; ahora sí el ex presidente dijera lo que se supone que sabe, sí Carlos Telleldín dijera la verdad y tuviéramos más pistas, podríamos salir al frente, pero no creo que los años que me quedan de vida podría llevarle a mi hija la verdad.
– En qué situación se encuentra el resarcimiento económico que votó el Congreso hace unos meses atrás…
– Fue muy lamentable lo que hicieron por qué después de 21 años ni siquiera lo llevan al momento del asesinato, para decir tienen 21 años de intereses. Es una cifra ridícula la que terminan poniendo aprobando en el proyecto y con excusas absurdas, ademas, ni siquiera está reglamentado. La verdad que no tienen vergüenza.