Hace unos días atrás se conoció la noticia de que aumentó un 7% la emigración judía a Israel desde América Latina y que, entre enero y julio, 29 personas salieron desde Argentina. Por este motivo, desde la CADENA JUDIA DE INFORMACION VIS A VIS entrevistamos a Corina Lang, licenciada en psicóloga de la UBA y encargada de dictar los cursos de «Talleres Migratorios» en la Sojnut para averiguar de qué se trata este taller y cuáles son los móviles por los que los argentinos deciden hacer aliá en Israel.
– ¿Por qué las personas deciden comenzar una nueva vida en Israel?
– Hay muchas situaciones por las cuales uno migra; momentos del país o por cuestiones económicas, esta es una forma de migrar. Otra es por que tiene mucha familia en Israel y extraña y quiere reunirse. También existe la migración por valores sionistas y acuerdan con la cultura. Cada uno de estos móviles que provoca la determinación de querer migrar son diferentes, y esto va a influir en el proceso de instalación y adaptación. En principio si uno cree que va a un país más cercano que tenga el mismo idioma puede llegar a ser más fácil, pero el proceso migratorio es un movimiento de transplantación; cómo sacas las raíces de esa tierra, cómo la trasladas, con qué cuidados y resguardos. Obviamente que más allá de la teoría hay plantas que prenden y otras que no, pero si todo lo que podamos hacer para ayudar en este proceso es beneficioso en la mejora de la adaptabilidad.
– ¿En qué consiste este taller que dictas en la Agencia Judía Argentina?
– Son talleres de aproximadamente una hora y media, en el cuál, se concientiza, se aborda y se analiza las características del proceso migratorio que tiene un desarraigo, un duelo, de despedida que se vive y que va acompañado por sensaciones ambivalentes, por un lado un deseo de cambio pero por el otro lado el tema de la incertidumbre, el miedo y de perder las bases de lo que uno ya tenía armado. Esos dos sentimientos son los que acompañan el proceso migratorio. Todo migrante está atravesado por las mismas instancias.
– ¿Cuáles son los motivos que hacen que los argentinos abandonen su país?
– La mayoría de las personas que hace Aliá los motiva a irse la situación que se vive en Argentina, y en esto englobo lo social, la inseguridad, los valores y lo económico. Estos son los móviles generales, pero lo que noto es que la gente busca un país desarrollado con perspectivas de futuro. También los adultos mayores piensan vivir sus últimos años de vida en paz y tranquilidad. Todos buscan calidad de vida sea con más sionismo o menos, todos buscan eso.
– ¿Qué significado tiene para vos como psicóloga darle esta ayuda a las personas que desean hacer un cambio en su vida?
– En lo personal, es muy movilizante ver el proceso de maduración en las personas. En principio recibo a los grupos que ya se quieren ir, impera la ansiedad, pero a medida que van pasando los encuentros voy notando cómo va madurando la posibilidad de conexión con lo que sienten y lo que significa, que es mucho más profundo que un cambio de escenografía. Es una apuesta a la vida más allá del resultado. Es muy fuerte lo que se vive en esos encuentros, y cuando llegan y te escriben desde Israel de lo contentos que están y te dicen que todo lo se vio en el curso les sirvió cuando viven momentos de angustias saben como encararlo.