El Gobierno de Estados Unidos se apresuró a expresar su rechazo al plan tentativo del primer ministro, Biniamín Netanyahu, de revocar la residencia permanente a decenas de miles de árabes que viven en Jerusalén este.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, expresó que por lo que el gobierno estadounidense sabe, Israel no está considerando activamente esa medida. Pero si lo estuviera haciendo, señaló, “sería obviamente de gran preocupación para nosotros”. Earnest puntualizó que EE.UU. reitera la “importancia de que todas las partes eviten acciones y retóricas provocativas”.
Netanyahu discutió vagamente la idea en la Comisión de Defensa y Exteriores del Parlamento (Kneset), como una de las posibles medidas para tratar de detener la ola de ataques terroristas.
Netanyahu expresó en ese foro que planeaba hacer un tour en Jerusalén este con otros miembros del Gabinete para analizar el asunto.
Según algunos reportes, Netanyahu ha ordenado revisar el estatus de ciertos barrios palestinos de Jerusalén este que se encuentran del otro lado de la barrera de seguridad, tras la ola de ataques palestinos. Sin embargo, muchos de los agresores provienen del vecindario de Jabal Mukaber que se encuentra dentro de la barrera.
La propuesta podría afecta a entre 80 mil y 100 mil palestinos.
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