Con un asombro apabullante nos hemos ido enterando de los tremendos atentados en Paris. No son los primeros, no son los únicos. Son la cadena de asesinatos preparada por los islamistas. Sí, los radicales, los yihadistas, los del ISIS, de Nusra, de Hizbolah, de Hamas, Boko Haram, de los lobos solitarios o de los miles y miles de musulmanes que han partido de sus paises en todos estos años, para invadir, primero silenciosamente el mundo y luego con esa montada huida humanitaria, -que el mundo no quiso ver- y que en nombre de los derechos humanos, o de los intereses de los que lucran con ellos, logró hacer penetrar en toda europa. Vimos las imágenes, llenas de pobres seres humanos, pero llena también de terroristas, que en ese juego magistral, salieron de su escenario natural, -Siria, Yemen, Turquia, etc-, para colarse en el centro del mundo y comenzar a concretar lo tan temido: la invasión y guerra musulmana en europa.
Mientras la izquierda acusaba a Israel imponiendole todo tipo de medidas, -boicots económicos, culturales, etiquetamiento de sus productos, condenas en los diferentes foros internacionales y otros castigos-, otros grupos presionaban a Alemania, Francia y a otros paises menos relevantes para hacerse cargo de la «tragedia humana», producida por la guerra interna de Siria y de gran cantidad de paises árabes. Iran se frotó las manos, envió mas y mas armamento a la zona de conflicto, creó otro nuevo movimiento terrorista y se aseguró de alinear a Hamas y a Hezbolah, no solo contra Israel, sino frente a los intereses, -y a las personas-, del mundo occidental.
Un aliado natural ha sido y será Rusia, con un presidente sin escrúpulos, que secretamente pretende dominar al mundo o mas modestamente, recuperar la aureola de potencia mundial, uniendo piezas territoriales y conformando otra vez esa desgracia que fue la URSS. Y como aprendiz de la temida ex KGB, no le importa sacrificar a Ukrania, Siria, el ISSIS, o lo que fuera para lograr su objetivo. Es verdad que occidente, creó y/o financió a todos los monstruos, Al Qaeda, Bin Laden, el ISSIS, la OLP de Arafat, la caida del Sha de Persia, el ascenso de los Ayatolahs en Iran y todos los movimientos, a los cuales ingenua y estúpidamente creyó que servirían para balancear o contrapesar ese avance ya milenario del islam contra la humanidad.
Hace años y gracias a otros delincuentes, los musulmanes entraron también en latinoamérica, primero apoyados por el dictador de Venezuela y luego gracias a su»influencia» política o económica, se fueron infiltrando hasta en el sur del continente. Desde el atentado a la AMIA, o a la Embajada de Israel en Buenos Aires, a del derribo de un avión en Panama, la Firma del Tratado o mal llamado Acuerdo entre Iran y la Argentina, muestra con que poder ya están instalados en ese continente.
Cuando Alemania y por contagio otros paises del Centro o del Este europeo comenzaron a cerrar sus fronteras y a levantar muros para que no se colaran por miles los supuestamente refugiados de los paises árabes, ya lo peor había pasado. Ya habían llegado a París o a Berlin, los principales terroristas musulmanes y ya se estaban preparando para los diferentes ataques. Crearon un gran escenario de distracción, primero la imágen de la desesperanza de los refugiados, luego la «nueva Intifada» de los Palestinos, que dicho sea de paso, siempre les sirven a sus intereses y los utilizan como carne de cañon para producir noticias sensacionalistas descolocando al Estado de Israel.
El mundo que tanto juzga a Israel por defenderse y por mantener a su pueblo, es atacado diariamente y es hostigado por muchos de esos movimientos terroristas avalados por Iran y todos los paises de esa órbita. La ONU, La Unión Europea y todos los organismos internacionales se ocupan tendenciosamente de cuestionar, castigar y desprestigiar al único estado que sobrevive democrática y occidentalmente rodeado de paises violentos y asesinos y mientras tanto, esos mismos organismos, callan ante lo que está pasando en el resto del mundo. La izquierda cree que una vez reacomodadas las fuerzas, los islamistas se aliarán con ellos, siendo la verdad mas absurda jamás planteada. Si no serán los primeros, serás los que siguen para ser degollados.
La situación es crítica y urgente. El mundo todo debe dar una respuesta enérgica, firme y contundente contra el terrorismo islamista, que ya ha alcanzado límites inimaginables. El mundo, todos, estamos en peligro. No podemos cerrar mas los ojos. La crueldad, nos vuelve a mostrar a cientos de inocentes asesinados en Paris; pronto veremos la misma imágen en cualquier otro pais europeo y mas adelante en cualquier ciudad de latinoamérica.
Que los líderes,- a pesar de su pobreza y su miopía-, puedan ver la realidad y actuar antes de que sea demasiado tarde. No queda mucho tiempo.
* Raanana, Israel.