La directora del Departamento de Actividades para la Diáspora de la Organización Sionista Mundial, Gusti Yehoshua-Braverman, quien se encuentra en Argentina por quinta vez, recibió a la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS en exclusiva en las oficinas de la OSM en la AMIA para dialogar acerca de su visita a la comunidad judía argentina. Contó cuáles son sus proyectos y objetivos principales y se refirió al fenómeno que se produce en Argentina de una doble identidad y de la deslealtad.
– ¿A qué se debe su visita a la Argentina?
– Es mi primera vez en Argentina después de que fui elegida por segundo mandato en el Congreso de la Organización Sionista Mundial. En mi último mandato no era responsable de Latinoamérica. Éramos dos trabajando y mi compañera se encargaba de esta región. Pero como dice un dicho: “Dios atiende en todas partes, pero está en Buenos Aires”. Entonces, estoy siguiendo a Dios. El propósito de mi visita es saber que está ocurriendo, realizar un think thank con los representantes de la comunidad sobre qué esperan de un jefe en los próximos cinco años para el próximo Congreso y cuál será la idea de trabajo para el 2016. Con respecto al trabajo con la Organización Sionista Argentina, es una federación con personas que tienen mucha pasión por Israel y el sionismo, y quiero saber cómo hacer para mejorar este trabajo para el próximo mandato. El miércoles de la semana pasada me reuní con Danny Lew, presidente de la OSA y miembros de federaciones sionistas de Argentina. Mis próximos pasos en conjunto con la Organización Sionista Argentina es ver cuáles son las necesidades de los estudiantes, no en lo que respecta la identidad judía, sino la identidad sionista y las conexiones con Israel.
– ¿Cuál es la problemática que afronta la comunidad judía Argentina hoy?
– Plata… Todos me hablan de la necesidad de generar dinero. Por otro lado, considero que la comunidad judía argentina está atravesando los mismos desafíos que otras comunidades del mundo. El mismo stress por ser judío y la conexión con Israel. Pero aquí lo que oí por primera vez, es la lealtad hacía dos pueblos; si soy argentino, no puedo ser sionista y viceversa. Eso es algo muy nuevo, pero lo primero que hay que plantear en los jóvenes de la comunidad judía es el significado de sionismo, el por qué están confundidos. Ellos se preguntan: ¿Puedo ser judío y sionista y tener lealtad hacía la Argentina?. Esto es algo que estuve enfatizando en la charla con las instituciones argentinas. Creo que la mayoría de los jóvenes judíos no entienden el significado de sionismo.
– ¿Qué es el sionismo?
– El sionismo es una idea para que los judíos tengan un lugar. Está historia se la tenemos que contar a las generaciones más jóvenes de judíos. El sionismo es el significado de que Israel exista y es un lugar seguro para todos los judíos del mundo. También te puedes quedar en Argentina, puedes estar muy orgulloso de ser argentino, pero debes saber que hay una tierra judía, esa es la idea que debemos mostrarle al mundo.
– ¿Cómo se hace para equiparar está doble identidad que manifestó?
– Educación y experiencia. En primera instancia debemos darle a las personas un lugar seguro para hablar sobre sus dudas, leer más y tener una oportunidad de expresar sus sentimientos. El otro punto también importante es que la gente venga a Israel. Hay dos niveles que indican quiénes somos; el intelecto para comprender qué, cómo, cuándo y por qué, para discutir emociones sobre cómo me siento con esto e ir al Estado Hebreo y ser parte de este fenómeno.
– ¿El antisemitismo ha ayudado a crear una mala atmósfera con respecto al sionismo?
– Claro. Durante una visita a la universidad tuve la oportunidad de oír si era correcto invitar a un israelí para una charla en pleno conflicto. Pero hubo una única objeción, ¿Quién fue? El único judío de la clase, y ¿Por qué lo hizo?. Este alumno sentía que después de las guerras tenían la necesidad de explicar sobre Israel. Hay una manera de resolver este asunto; expresando que uno es judío, pero no sabes qué está sucediendo en el Estado Hebreo. Definitivamente hay que hacer algo con el creciente antisemitismo en el mundo. Eso es un hecho. Yo sé por mis visitas alrededor del mundo que los estudiantes nunca dirían dos cosas: nunca diré que soy judío cuando llego por primera vez a un lugar porque no quiero que alguien se burle por mi condición y lo segundo que oí es que nunca expresarían que son sionistas o pro-Israel porque está en el límite de todo lo que tengo que luchar por ser judío, una minoría, por eso no defiendo está posición. Cuando el nivel de antisemitismo está creciendo en el mundo, el nivel de conexiones con la comunidad judía y el Estado de Israel está cayendo.
– La periodista catalana, Pilar Rahola, le dijo a Vis a Vis que el judío es el más demonizado en el mundo. ¿Está de acuerdo?
– Somos tratados de una forma diferente que el resto de los países del mundo es tratado. Mira lo que está sucediendo en Siria o en otros países de Medio Oriente. Cuando ocurrieron los terribles ataques en París, el primer ministro de Suecia dijo: “Es por lo que está sucediendo en Israel”. Definitivamente hay un doble estándar en juzgar a Israel con respecto a otros países del mundo. Si vos ves el despliegue que realizó la policía francesa, luego de los atentados, no es tan diferente de lo que haría Israel para proteger nuestras vidas. Pero nosotros somos juzgados. Cuando ingresas a la AMIA tenes que pasar la primera, la segunda y la tercer puerta. Muéstrame cualquier institución musulmana, que uno tenga que atravesar tantas puertas para sentirse protegido. Los judíos no somos queridos.
– ¿Cómo se genera una sola identidad judía?
– Yo no estoy buscando generar una identidad porque estamos en el siglo XXI. Si yo pensara sólo crear una identidad los perdería a todos porque necesitamos respetar el hecho de que las personas jóvenes, hoy en día, tienen más de una identidad. Lo que quiero es que la juventud se sienta cómoda con más de una identidad; yo quiero que sean judíos, argentinos y sionistas. Siempre entendiendo que el sionismo no es racismo, el sionismo es una forma de ser de cada una de las personas y que debemos saber que existe un Estado judío. Si deciden hacer Aliá los recibiremos, pero hay que respetar a aquellos que decidan quedarse en Argentina y aceptan tener múltiples identidades en conexión con Israel.
– ¿Cómo es la forma de que tiene usted de vivir su sionismo?
– Yo vivo en Israel. Yo elegí ser israelí por opción. Pude vivir en otros lugares del mundo, pero tomé a mis tres hijos, dos de ellos están en el ejército, pero decidí quedarme en Israel y vivir mi vida completa. El Estado Hebreo es mucho más que el conflicto palestino-israelí. He decidido vivir en Israel porque creo en este Estado. Estoy muy orgullosa de ver, después de 67 años, que en los momentos de paz somos líderes en tecnología y cultura. Tenemos equipos de ayuda para el resto del mundo cuando es necesario. Tenemos uno de los ejércitos más morales en el mundo. Estoy muy orgullosa de haber servido en el ejército, al igual que lo hicieron mi esposo y mis hijos. Para mí el sionismo es una vida diaria.
– ¿Qué opinión tiene del conflicto palestino-israelí?, ¿cree que la solución son la creación de dos Estados?
– Es un tema muy complicado. Hay muchos expertos en el tema, pero para ser honesta, hay muy pocas personas conocen en profundo. Creo en la posición de dos Estados para dos pueblos. Se debe trabajar muy arduo para que haya esperanza, de los dos lados, porque no sólo los palestinos han perdido la esperanza, también los israelíes han perdido fe en los palestinos. Es muchos sentidos, la solución de dos Estados es la única solución. Deseo que haya grandiosos líderes en los dos lados, porque no es sólo Netanyahu. Es también cuando miras a la otra parte, no hay líderes. No hay nadie que tenga el valor de decir: vamos a negociar, honestamente con Israel. No puedes atacar civiles israelíes en la calle, y al mismo tiempo, decir que no reconoces el Estado de Israel. Esto es algo que nadie en el Estado Hebreo debe aceptar, ni la derecha ni la izquierda. El terrorismo no es la forma de encarar una negociación; crea desmoralización y miedo. Cuando el miedo es un jugador, no existe la esperanza. Por eso, necesitamos fuertes líderes en ambos lados que tomen el riesgo para crear una posibilidad para un mejor futuro para ambas partes.