El miércoles por la noche en una Asamblea realizada en el Museo del Holocausto con la presencia de cuatro expresidentes de la institución, algo poco común, se llevo a cabo la designación de las nuevas autoridades del museo que estarán en el cargo en los próximos tres años. Este cambio lo anunciaron a los medios de comunitarios el jueves 23 de marzo Gustavo Sakkal, Manuel Kobryniec y Jonathan Karszenbaum, en la sala de reuniones, ubicada en el tercer piso de la institución.
Sakkal en su relató explicó que en los últimos años el museo tuvo un «crecimiento en lo que respecta a las actividades y a las visitas de los colegios», pero que eso no iba acompañado al «crecimiento económico de la institución». Por eso era necesario un «golpe de timón» en la conducción del museo. Luego de muchas reuniones, la comisión directiva acordó el desembarco del empresario Marcelo Midlin, quien será el nuevo presidente por los próximos tres años.
La familia Midlin tiene un acercamiento a la dirgencia comunitaria a través de la Fundación Tzedaká, tanto Marcelo como Damián, su hermano, fueron expresidentes e integraron el comité ejecutivo en diferentes cargos en la fundación.
Este medio pudo saber que algunos miembros de está comisión directiva participarán activamente en la nueva comisión, como es el caso de Sakkal, Kobryniec, Guillermo Yanco, Pedro Malewicz, Sima Weingarten, Raúl Elfman y los sobrevivientes. La lista definitiva se presentará el miércoles 5 de abril en un brindis de Pesaj, y luego se realizará una conferencia de prensa ya con la presencia del nuevo presidente.
El presidente del Museo comentó que la idea de la nueva comisión directiva es poder «generar mejoras edilicias», como así también «reformar la muestra central del museo aggionandola a la actualidad, para que pueda generar mayor participación de los jóvenes». Una idea que surgió es que se puedan hacer hologramas de los sobrevivientes, aunque Kobryniec remarcó que en el trabajo de la nueva exposición «va a haber gente idónea y capacitada» en los distintos aspectos. Los tres directivos remarcaron que se va a «respetar el espíritu y la misión del museo». También, con la restructuración edilicia, la idea es invitar a otras instituciones que compartan la temática para que puedan generar un trabajo mancomunado y una sinergia.
Por otro lado, Kobryniec comentó que este año se volverá a presentar la revista «Nuestra Memoria» y la temática serán los 70 años del Juicio de Nüremberg.