Israel afirma que un guardia suyo fue atacado por un jordano siendo éste abatido. Los hechos podrían tener relación con la crisis de la Explanada de las Mezquitas
Con Jerusalén como renovada fuente de enfrentamientos con los palestinos y tensión con algunos países árabes, Israel lidió anoche con un tiroteo en su embajada en Jordania.
Dos jordanos murieron por disparos mientras que un israelí resultó herido de gravedad al ser apuñalado en el pecho. Según las autoridades locales, poco antes dos jordanos habían entrado para realizar trabajos de carpintería.
A primera hora de esta mañana Israel comunicó que en una casa situada junto a su embajada un agente de seguridad fue apuñalado por un obrero jordano. Éste murió de los disparos del agente atacado.
Según Israel, «durante la acción, fue herido también el dueño de la casa que posteriormente murió por las heridas». Jordania blindó y rodeó el complejo de la embajada.
Según los medios israelíes, Jordania no permite la salida de los funcionarios y diplomáticos de la embajada y evitó que el guardia, apuñalado dos veces en lo que definen como atentado, fuera atendido en un hospital. Algunos familiares del jordano abatido pidieron castigar al israelí con la pena de muerte, de acuerdo a medios en Amán.
El primer ministro israelí está en permanente contacto con la embajadora en Amán, Einat Shlein, señalan fuentes israelíes que añaden: «El joven jordano intentó asesinar a nuestro hombre de seguridad que se salvó gracias a su rápida actuación», afirman. Lo sucedido anoche es grave sobre todo por la crisis en la Ciudad Vieja en Jerusalén. Una crisis que ha provocado tensión entre dos países que firmaron la paz en 1994.
El viernes, miles de personas se manifestaron en Amán contra Israel acusándola de intentar cambiar el Statu Quo en el «Noble Santuario» (Islam) o «Monte del Templo» (judaísmo) situada en la Ciudad Vieja bajo control jordano hasta la guerra del 67. Al igual que las facciones palestinas y líderes musulmanes en Jerusalén, Jordania (como custodio) exige la retirada de los detectores de metales colocados en varios accesos del recinto el pasado domingo tras el asesinato allí de dos agentes israelíes dos días antes a manos de tres árabes del norte de Israel.
Si para Israel es una «medida de seguridad para evitar que el centro sagrado para musulmanes, judíos y cristianos sea usado para atentados terroristas» negando querer variar el Statu Quo, para los palestinos es «una imposición del ocupante que viola el Statu Quo». El Wakf-ente islámico que lo administra en contacto directo con Amán- pidió a los fieles no pasar por el arco electrónico israelí y realizar sus oraciones fuera de Al Aqsa que acaban con enfrentamientos diarios.
Vía elmundo