El Ejecutivo decidió retrasar la votación prevista de un controvertido proyecto de ley que supondría la anexión de asentamientos de Judea y Samaria (Cisjordania) cercanos a Jerusalén, debido a las presiones de EE.UU.
“Hay presión estadounidense que dice que es un caso de anexión. Eso no es cierto. El proyecto de ley no anexa. Podemos dar tiempo para aclarar las cosas a los estadounidenses. Si el proyecto sale en una semana, será menos problemático”, declaró el jefe de la coalición gubernamental, David Bitan, a la radio del Ejército (Galei Tzáhal).
El Comité Ministerial de Legislación tenía en agenda votar el plan introducido por el ministro de Inteligencia, Israel Katz, sobre una iniciativa que lleva meses en debate y cuya última versión propone extender la jurisdicción municipal a los asentamientos “sin anexarlos a Israel”.
El proyecto de ley, conocido como el “Gran Jerusalén”, pretende incluir los grandes bloques de asentamientos de Maale Adumim, Gush Etzion, Efrat, Beitar Illit y Givat Zeev dentro de los límites municipales de la Ciudad Santa y por tanto extendería la ley civil israelí a Cisjordania.
Según el periódico Haaretz, el primer ministro, Beinimín Netanyahu, reconoció durante la reunión con su Gabinete que conviene coordinarse con EE.UU. para llevar a votación la propuesta.
“Los estadounidenses nos requirieron y nos preguntaron de qué se trataba el proyecto de ley. Como nos hemos estado coordinando con ellos hasta ahora, vale la pena continuar hablando. Estamos trabajando para promover y desarrollar las actividades en asentamientos”, declaró ante los ministros de la coalición gubernamental.
La votación de la propuesta, que necesita el visto bueno del comité ministerial para comenzar su trámite en el Parlamento (Knéset), fue retrasada en julio debido a la escalada de tensión por la crisis de en el Monte del Templo, tras un ataque terrorista en el que fueron asesinados dos policías israelíes.
Fuente: EFE y Aurora