Superhéroes ¿judíos? Por Uriel Aiskovich

Finalizaban los años 20 en los Estados Unidos. El mundo se volvía cambiante, inestable e impredecible. Señales de esperanza se mezclaban con los auges de los modelos totalitarios más grandes de la historia en distintas partes del mundo.

En el arte se vislumbraban rupturas y mucha experimentación. La literatura permitía imaginar, a través de la ciencia ficción, un mundo futurista donde la tecnología y los viajes espaciales ganaban terreno.

El cine comenzaban a dar sus primeros pasos permitiendo relatar con las imágenes lo que no podía decirse con palabras. Pero la falta de diálogos y los altos costos del cine en sus comienzos hacían de este algo difícil de alcanzar para los jóvenes artistas.

Fue en ese punto de encuentro donde sucedió el auge de los comics y con ellos las historias de superhéroes.

Jerry Siegel y Joe Shuster, dos jóvenes judíos de Ohio, empezaron a imaginar a Superman mientras finalizaban su secundario. La historia oficial( o wikipedia ) afirma que el hombre de acero nació en 1933.

El primer número nos cuenta la historia de la familia “El” en un lejano planeta llamado Krypton que estaba a punto de estallar. Como todos no podían salvarse la pareja decide colocar a su hijo recién nacido “Kal-El” en una cápsula interespacial para que viaje al planeta tierra y pueda ser salvado.

Allí “Kal- El “ sería adoptado por la familia Kent que decide llamarlo Clark. Será en su adolescencia que Clark comenzará a descubrir que no es igual a sus compañeros por que en realidad pertenece a otro planeta.

Superman posicionará en un nuevo lugar a los comics. De ser considerados marginales y como “baja” literatura, pasarán a transformarse en ventas masivas para jóvenes y adultos. Con Superman nacerá una era donde nuevos seres con poderes especiales inundarán nuestro mundo a través de los comics.

Superman ¿judío?

¿Qué tiene en común el primero de los grandes superheroés con el judaísmo?

Varios elementos, siempre visibles en la historia, pero muchas veces pasados por alto por el ojo cotidiano pueden encontrarse.

En primer lugar, el nombre “Kal-El” puede leerse como un nombre hebreo. El sufijo “El” con el cual finalizan muchos nombres de origen hebreo hace referencia a Dios. “Kal” podría leerse en hebreo también como “Kol” que significa voz.

En segundo lugar, la historia de Superman lleva un gran paralelismo con la historia bíblica de Moisés. Esta vez la antigua canasta con la cual el bebe es depositado en las aguas se transforma en una cápsula futurista. No obstante la estructura del relato lleva una base similar.

Clark Kent, prototipo de nombre aceptado Americano , en donde se oculta la verdadera identidad de Kal El. Ejemplo de aquel inmigrante que logra integrarse en la compleja sociedad estadounidense.

Auschwitz, los Nazis y los superheroés

Con el ingreso de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial serán cada vez más directas las apariciones de Superman en el conflicto bélico. De una u otra forma colaborará con las tropas aliadas y enfrentará a enemigos nazis. La historia contemporánea será la base y el contexto de la ficción. Antes que el mismo Estados Unidos decidiera ingresar en la guerra, los superhéroes en los comics ya enfrentaban a Hitler. El mismo Goebbels llegó a llamar judío a Superman.

En 1940 el escritor Joe Simon concibió la idea del “Capitán América”. Un super soldado fruto de la transformación, gracias a la ciencia y la tecnología, de un joven incapaz de combatir en ninguna guerra en el soldado más poderoso. Sus habilidades estarían específicamente dedicadas a la lucha contra los nazis ayudando al ejercito norteamericano. Su primer aparición tenía una tapa en donde el Capitán enfrenta al mismo Hitler. Lo interesante es señalar que esta tapa se publicó antes de que los Estados Unidos ingresen en la Segunda Guerra Mundial.

Pero si hay un personaje de los comics en el cual se manifestará explícitamente su identidad judía será el, a veces héroe, a veces villano, Magneto de Xmen.

Nacido bajo el nombre de Max Eisenhardt en Alemania en el seno de una familia judía integrada a la sociedad alemana. Según la biografía que se desprende de los primeros comics , sabemos que su padre había sido condecorado como combatiente en la primera guerra mundial. Pero las leyes de nuremberg y las políticas aplicadas hacía los judíos obligaron a Max y su familia a trasladarse primero, al Gueto de Varsovia, y luego a diferentes campos de concentración, entre ellos Auschwitz y Birkenau.

Será allí donde descubrirá sus poderes electromagnéticos lo cual llamará a la atención de los “científicos” nazis que experimentarán con el.

Habiendo perdido a toda su familia en los campos, Max cambiará su nombre por Eric. Llevará toda su vida el número tatuado en el brazo que le recordará lo ocurrido.

Su memoria será tan fuerte que, finalizada la guerra, dedicará los primeros años a cazar y vengarse de los nazis escondidos por el mundo.

Los XMEN e Israel como lugar fundante
La historia de los XMEN tiene como principales protagonistas al Profesor Xavier y a Magneto. El lugar que da nacimiento a una gran amistad y posterior enfrentamiento es precisamente Israel.

Charles Xavier trabajaba como psiquiatra en un hospital cerca de Haifa dedicado a la recuperación de sobrevivientes de la Shoá. Allí conoce a Eric(Magneto) con quién se forja un vínculo que variará entre amor y odio a lo largo de toda la historia.
La trama central de los xmen se desarrollará en torno a la aparición de mutantes capaces de desarrollar poderes especiales y por ende vistos como una gran amenaza para el resto de la sociedad.

Muchos de estos mutantes al principio luchan por no ser ni parecer mutantes. Pero tarde o temprano alguien los descubrirá y les señalará su condición de diferentes. Como tantas veces pasó con los judíos.

¿Que hacer con los diferentes? ¿Es posible siendo diferente integrarse al resto de la sociedad? Estas serán las preguntas reinantes en cada una de sus ediciones y que tanto se parecen a las preguntas que se hicieron los judíos a lo largo de la historia.

Creados por Stan Lee (quien en realidad se llamaba Martin Lieber) en 1963 en plena lucha de los afroamericanos por obtener igualdad de derechos, la historia de Xavier y Magneto puede asociarse a los enfrentamientos entre Martin Luther King y Malcolm X.

Diferentes maneras de abordar el problema de la discriminación. Pero no obstante la identidad judía de Magneto, sus debates y dilemas, y el hecho de que haya conocido a Xavier en Israel nos permiten ver en XMEN muchos de los debates al interior del sionismo e Israel: ¿Que hacer cuando el otro no acepta al diferente? ¿Cuales son los límites de la autodefensa y hasta donde se puede sostener la diplomacia?

También podemos ver en Xavier y Magneto las visiones de los ex primeros ministros de Israel Ben Gurion y Beguin.

El judaísmo en los superhéroes
Contadas estas historias me gustaría resumir los elementos centrales de la relación entre el judaísmo y los superhéroes de los comics.

La mayoría de sus creadores fueron judíos. Los creadores de Superman, Capitan America, Spiderman, El Increíble Hulk, Los cuatro fantásticos y los Xmen, entre otros, eran judíos. Sea consciente o no toda obra lleva en si misma mucho de su autor. Quienes les dieron vida reflejaron inevitablemente parte de su legado.
Conflicto con la identidad. Todos los superhéroes tienen un conflicto con su identidad. La mayoría tiene una identidad pública y otra secreta. En público, aparentan ser alguien. En secreto exhiben quienes son pero solo escondidos bajo un disfraz. Se debaten entre darse a conocer y la amenaza que esto representa. A lo largo de la historia judía fueron muchos los judíos que se preguntaron sobre su identidad judía y su integración con el resto de la sociedad. A partir del iluminismo fueron extensos los debates acerca de si el judío debería mostrarse “como uno más” en sociedad, o seguir exhibiendo sus vestimentas distintivas. Con la integración de los judíos en la mayoría de las sociedades democráticas muchos judíos “famosos” decidieron usar en público apellidos artísticos “que no parecen tan judíos”. Stan Lee, creador de Spiderman y Xmen, entre otros, en realidad se llama Stan Martin Lieber.
Son vistos como marginales. Si profundizamos en cada una de las historias podemos concluir que gran parte de los superhéroes es visto, no precisamente, como héroe sino como una lacra de la sociedad. Superman es visto como un freak extraterrestre, Spiderman acusado por la prensa de ser una máscara para promover el crimen, los XMEN como mutantes que deben ser registrados y controlados, Batman como un outsider. Así muchas sociedades vieron a los judíos, diferentes, apartados, incomprendidos. En el Mercader de Venecia de Shakespeare podemos ver todo esto reflejado en Shylock.
Tienen una ética especial. Buscan una exigencia ética diferente a las del resto de la sociedad. Se preguntan , como Superman , quiénes son realmente, por qué defender la tierra siendo de otro planeta, o ,como Spiderman, cuál es el sentido de seguir un camino ético especial cuando no importa el bien que hagan seguirán siendo perseguidos y difamados.
Abraham, el primer judío, será quien sufrirá por querer vivir de una manera diferente a la del resto de los demás. Buscará ser aceptado y formar parte del resto de la sociedad sin por eso renunciar a su camino propio. Según Hertzberg, desde Abraham hasta Woody Allen, los judíos seguirán este camino.

La cultura como lugar de descubrimiento
Los grandes dilemas y debates filosóficos de un pueblo no solo deben buscarse en los textos eruditos y en la babel de la academia. El Arte y la cultura Pop pueden ser una gran puerta de entrada para conocer y entender mejor a nuestros tiempos. Desde los comics podemos vislumbrar muchos de los dilemas judíos modernos y ¿postmodernos?. Pero también sobre los dilemas y problemas que se generan a partir de las nuevas identidades en sociedades cada vez más diversas, neuróticas y en re definición constante.

Uriel Aiskovich

 

DEJAR UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí