Débora Plager: «Hay sectores políticos en la Argentina que tienen un profundo antisemitismo disfrazado de antisionismo»

La periodista Débora Plager dialogó en exclusiva con Vis á Vis por Radio El Mundo – AM 1070 y reafirmó su opinión sobre la impunidad que se mantiene tras el atentado a la AMIA y el asesinato del fiscal Alberto Nisman. Además, se refirió a la renuncia de Sandra Arroyo Salgado a la querella por el caso de la muerte de su ex marido y el aumento del antisemitismo en la Argentina.

Acerca del «desinterés» por tratar de conseguir justicia, tanto por el atentado a la mutual como por el homicidio de Nisman, Plager dijo: «Me parece que hay una combinación de factores. Si vemos lo que pasó en la Justicia con el propio juez (Juan José) Galeano con la controversia de los fiscales del caso, también hubo una controversia política dentro del Gobierno de Cambiemos; lo que ha pasado con las fuerzas de seguridad, ni hablar de la investigación mamarracho de la muerte del fiscal Nisman horas después de haber sido encontrado en su departamento. Hay muchos intereses alrededor de estos temas que conspiraron contra la cúpula de la Justicia. Yo soy bastante pesimista en ese sentido. El hecho de que haya pasado a la Justicia Federal entiendo que desmagnetiza. Lleva implícita la idea del asesinato. Se hicieron las cosas mal y en cualquier investigación criminal, cuando vos borrás elementos de prueba o en la escena se produce una muerte violenta como la de Nisman y no se preserva adecuadamente, luego es muy difícil reconstruir hacia atrás. Además están los intereses y las posiciones ideológicas de cada uno. Hoy vos podés llevar un resultado contundente hasta la aparición de una nueva prueba. Vamos a suponer que algo así pudiera suceder, aunque por supuesto es casi una utopía, un sector de la sociedad no lo va a creer. Otro sector tiene una idea preformada aunque falte algún elemento más contundente que no sabemos cómo, cuándo y quién respecto de su asesinato. Lamentablemente, la falta de justicia en la Argentina hace que cada uno tome una decisión propia respecto de los hechos. Yo creo que fue de esta manera, creo que lo mataron, creo que fueron los iraníes, creo que fue Cristina (Kirchner). Y cada uno puede elaborar su propia teoría con absoluta convicción, si igualmente justicia no va a haber, y si la hubiese, mucha gente no la cree».

Sobre los libros de Waldo Wolff y Pablo Duggan referidos al fallecimiento de Nisman, aseveró: «Sacándole todo el condicionamiento político que tuvo, su muerte claramente es un magnicidio. Estamos hablando de un fiscal federal. Hubo un expediente, si bien faltan elementos contundentes con respecto a quién fue, en el que puede ser interpretado de ambas maneras. Duggan, con esos mismos datos, en su libro confirma su teoría respecto del suicidio. Wolff toma los mismos elementos y da cuenta de que a Nisman lo mataron efectivamente, y ambos pueden coexistir. Seguramente va a haber un sector de la sociedad que le crea a uno u otro. Pero eso es como consecuencia de la falta de justicia y la falta de credibilidad de la Justicia, que tiene una deuda con la sociedad desde que regresó la democracia».

Con respecto al retiro de la querella de Arroyo Salgado, mencionó: «No pude hablar con Arroyo Salgado luego de conocerse la noticia. En las pocas oportunidades que tuve de cruzar palabra con ella, siempre supe que puede estar muy afligida por la situación de sus hijas. No sé si habrá tenido que ver con alguna determinación personal estrictamente íntima de lo que está pasando dentro de la familia o si tiene alguna otro elemento jurídico, no nos olvidemos que es una jueza federal y si fuese así sería realmente muy impactante».

También habló sobre el rol del periodismo: «Yo particularmente tuve algunos problemas más serios durante el kirchnerismo, me quedé sin trabajo, pero son reglas del juego. El Gobierno actual, salvo los errores que uno pueda señalar con respecto a su desempeño económico, es un Gobierno que deja que los periodistas trabajen con total libertad. Lo que pasa es que la falta de justicia nos pone a los periodistas en un lugar muy delicado porque sostenemos públicamente algunas posiciones respecto de lo que nosotros leemos de los expedientes y quizás la Justicia da marcha atrás o no acompaña, entonces corremos el riesgo que desde un sector de la sociedad se diga ‘ustedes no son jueces, no pueden desde un programa de televisión aseverar tal o cual suerte de veredicto respecto de un hecho’. La verdad es que eso es cierto, pero volvemos a lo mismo: la falta de justicia. Nosotros vemos expedientes avanzados en un sentido, ya sea en una causa de corrupción, en la muerte de Nisman, en la AMIA, en lo que fuese, pero la Justicia no llega a una determinación contundente».

Para finalizar, opinó acerca del posible aumento de antisemitismo en Argentina: «Siempre está latente. Creo que hubo un cambio después del atentado a la AMIA. Lo siento más como ciudadana argentina judía que como periodista, en donde la colectividad cobró un papel de integración y la sociedad se solidarizó absolutamente porque fue un atentado contra todos los argentinos. Eso fue un cambio positivo dentro de la tragedia que vivimos. Hay muchos sectores políticos en la Argentina que tienen un profundo antisemitismo disfrazado de antisionismo y para eso hay que tener la antena parada para detectarlo, neutralizarlo o en caso de que fuera necesario denunciarlo para que no suceda, sobre todo por el futuro de nuestros hijos».

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