La historia de Rafael Cansinos Assens es en sí misma un relato digno de haber sido novelado. Situémonos a finales del siglo XIX cuando nuestro protagonista, nacido en 1882 en Sevilla en el seno de una familia muy modesta, se traslada junto a su madre viuda y hermanas a Madrid con 15 años de edad, en busca (como tantísimos otros) de una oportunidad para salir adelante.
Algunos parientes incluso habían emprendido el camino a las Américas, como Margarita Carmen Cansino, que con el tiempo se convertiría en la famosa actriz y bailarina Rita Hayworth.
Su madre, ferviente católica, intentó inculcarle su fe a los vástagos, consiguiendo que sus hijas llegaran a ser novicias. No así Rafael que se interesaba más por la herencia judeoconversa de que eran conscientes los Cansino ( quien agregó una S final al apellido original), que décadas antes encontraron evidencias de un pasado familiar sefardí. Su búsqueda de aquellas raíces le marcó de por vida, hasta que falleció en 1964.
Apenas llega a la capital logra publicar un cuento en una revista literaria. No tardará mucho en ampliar sus amistades a círculos de escritores innovadores y asistir a sus tertulias.
Pero, más allá de su pasión por la poesía modernista, le apasiona la búsqueda de la identidad judía oculta durante siglos. Por lo que participa activamente junto al senador Ángel Pulido en una campaña filosefardí para recuperar la memoria judía española.
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Su propia escritura se ve afectada por ello. Hasta el punto de componer salmos como los de su primer libro de 1914, El candelabro de los siete brazos. Sin apartarse de la vida cultural pública trabajando como periodista literario.
Por entonces lidera su propia tertulia en el café Colonial frecuentado por vanguardistas. Junto a los cuales funda el movimiento ultraísta, cuyo manifiesto estético se publica en 1919.
Es entonces cuando conoce a figuras que compartirán gran parte de su ideario como Guillermo de Torre, Adriano del Valle o un joven Jorge Luis Borges. Quien se reconocerá su amigo y seguidor de por vida.
Al mismo tiempo mantiene una relación muy estrecha con la incipiente comunidad judía de Madrid, que en aquel entonces gira en torno a la figura de Max Nordau. La mayor parte de su obra deja, sin embargo, de lado cualquier atisbo de vanguardia para centrarse en textos bíblicos. Una es la antología Bellezas del Talmúd, que logra redactar a partir de textos en inglés y francés. Eso lo anima a ahondar en su faceta de traductor, especialmente de clásicos rusos traducidos a otros idiomas.
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Durante la Guerra Civil Española redacta unos Diarios principalmente en inglés, pero también en francés, alemán y árabe aljamiado. Esto lo hacía para practicar las lenguas que conocía. De idéntica manera están escritos los diarios a partir de los que redactó la Novela de un literato, que alcanzan hasta el principio de la contienda.
Acabada la guerra, en la que había tomado partido por los derrotados, fue depurado por el régimen de Franco y privado del carné de prensa bajo la única acusación de ser judío.
Inicia entonces un largo exilio interior. Dedicándose casi por entero a traducir la obra completa de autores como Dostoievski, Schiller, Goethe o Balzac. Obras que acompañaba de amplias biografías y estudios. Especial importancia tuvo también la primera traducción directa del árabe al español, y completa, de Las mil y una noches, en tres tomos en papel biblia, con una monumental monografía introductoria.
De la década de 1950 es Mahoma y el Korán, biografía crítica y estudio y versión de su mensaje, publicado en una editorial argentina, que acompaña de la traducción del Corán. La primera en español en versión directa, literal e íntegra. También se debe reseñar en su haber una Antología de poetas persas.
Desaparecida la comunidad judía española después de la Guerra Civil, su relación con el judaísmo y sus publicaciones se canalizan a través de la Sociedad Hebraica de Buenos Aires. También con su íntimo amigo César Tiempo. Durante esos años también escribe un ensayo sobre el antisemitismo (Soñadores del galut).
En 1946 fallece su compañera sentimental, Josefina Megías Casado, y su hermana Pilar en 1949, con la que había convivido toda su existencia. En 1950 entró a trabajar en su domicilio Braulia Galán, que se convertiría años después en su esposa, cuidándole hasta el fin de sus días, y con quien en 1958 tuvo un hijo, Rafael Manuel. Él es quien está al frente de la Fundación-Archivo Rafael Cansinos Assens (ARCA) y que en 2002 editó su novela póstuma Bohemia, mientras que otra serie de obras fue reeditada en el año 2006.
Jorge Rozemblum
Director de Radio Sefarad
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