El Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, confirmó el hallazgo de la estatua robada en homenaje a Ana Frank, la adolescente alemana víctima del Holocausto que dejó retratada la persecución nazi en su diario íntimo. El robo había sido denunciado por la Embajada de los Países Bajos en la Argentina, que donó la escultura en 2014 y fue declarada patrimonio de la Ciudad.
D’ Alessandro señaló que la estatua robada se encontró en la Villa 31 «gracias al despliegue de las cámaras de videovigilancia en el territorio porteño». La escultura estaba ubicada en la plaza Reina de Holanda, en el barrio porteño de Puerto Madero, donde será «prontamente» reubicada.
La Embajada de Países Bajos y el Centro Ana Frank en Argentina denunciaron el robo más temprano. «En momentos tan sensibles del mundo, este acto vandálico roba un símbolo y un emblema del pensamiento humanista», lamentó Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank.
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D’ Alessandro no especificó cuál fue el motivo del robo. Podría explicarse por el valor comercial del material con el que estaba hecha la escultura. «El evento nos llena de dolor y tristeza, pero a la vez, para quienes formamos parte del Centro Ana Frank, es también una señal de lo que está ocurriendo y nos da más fuerza para seguir trabajando por la igualdad de derechos y la memoria», sostuvo Shalom.
Al conocer el hecho, la Embajada de los Países Bajos hizo pública la denuncia en las redes sociales; «Condenamos fuertemente el robo de la estatua de Ana Frank de la Plaza Reina de Holanda en Puerto Madero. Es un patrimonio cultural de la Ciudad donado por el centro Ana Frank Argentina y nuestra embajada en el año 2014.» La pieza es una de las únicas dos copias de la estatua original, que se encuentra en la plaza de Merwedeplein, Ámsterdam.
Durante su acto de colocación estuvieron presentes, en 2014, la escultora Jet Schepp y el rabino Awraham Soetendorp, sobreviviente del Holocausto. Además era amigo de Otto Frank, el papá de Ana. También contó con la participación de los embajadores de Países Bajos y Bélgica, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y representantes de organizaciones sociales.
Agencias