María Mogilevsky, más conocida como María Duval, ícono del cine argentino y quien brilló frente a la pantalla junto a figuras como Mirtha Legrand, murió a los 95 años rodeada de sus seres queridos. Se casó en el templo de Paso y cuando dejó su carrera fue voluntaria en el Hospital Israelita.
Nació en Bahía Blanca el 17 de mayo de 1926. La intérprete fue considerada una de las actrices más representativas del cine argentino de la época. Llegó a filmar 21 películas hasta su retiro, que se produjo en 1948.
Después de su película número 21, y con tan sólo 22 años, decidió abandonar la actuación. Fue en septiembre de 1948, y desde entonces dejó atrás una estela imborrable y tan inmaculada como su angelical imagen.
El 14 de octubre de ese mismo año contrajo matrimonio con el industrial de la lana José Grosman. Cuando él la conoció, la invitó a bailar, aceptó y el resto es parte de una historia de amor de una pareja que formó una gran familia. Tuvieron tres hijos, 12 nietos y 15 bisnietos.
Cuando comenzaron su relación, él le había expresado que no estaba de acuerdo con que ella siguiera su carrera. Su primera reacción fue regresar a su casa llorando. En tanto, apostó por su pareja y abandonó a la actriz: sus últimos trabajos fueron en las películas Cita en las estrellas y El extraño caso de la mujer asesinada, que se estrenó en 1949, un año después de su casamiento.
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La ceremonia se realizó en el Templo de la calle Paso en Buenos Aires ante una inmensa cantidad de admiradores que habían ido a verla por última vez «en escena». Cuenta su nieto, Federico Grossman, que tuvieron que cortar la calle tres cuadras antes de la sinagoga ya que la gente se abalanzaba para verla y pedirle que no abandonara la actuación.
María Duval aseguró que jamás se arrepintió de la decisión que tomó. Su vida siguió marcada por acciones benéficas: tuvo un comedor y durante más de 10 años trabajó para el Hospital Israelita.