Según los libros de la tradición y costumbres judía, el Sandak es el hombre que sostiene al bebé en el momento del Brit Milá (circuncisión). Esta terminología compuesta significa que es el principal testigo y defensor del bebé en el cumplimiento de la Mitzvá del Brit Milá.
Tanto el Sandak como el Mohel ejercen una influencia espiritual muy especial sobre el niño en el momento del Brit Milá.
Si uno lee la letra exacta de dichos libros es eso. Pero para mí, que tuve el honor que me brindaron mi hijo Diego y mi nuera Nicole, de ser el Sandak de mis nietos Tomi, hace 2 años y 9 meses, y esta semana de Benja, es mucho más que eso.
Me voy a focalizar en lo que sucedió este domingo. Benja es un bebé tranquilito que llegó a este mundo convulsionado para seguir trayendo alegría a nuestras familias. Y pese a tener apenas 10 días de vida, ya nos está enseñando muchas cosas.
Mientras lo sostenía sentí que recibía de las maravillosas manos del Mohel Gregorio Spivak a un nuevo niño judío que inspiraba paz. Lo percibí.
Cuando lloraba en medio de la ceremonia, le di un beso breve en la frente. Se calmó. Dejó de llorar. Sentí que pedía eso: amor, tranquilidad, afecto, calma.
Él con apenas 10 días pedía lo que pedimos todos a cualquier edad; cuando somos niños, jóvenes o adultos.
El Brit Milá es el comienzo de vida judía. Es la primera Mitzvá del judaísmo. Benja vino para continuar el legado de dos familias: los Walter y los Szpigiel, que a su vez también somos el legado de nuestros padres y abuelos. Ese árbol en el que siguen creciendo ramas con raíces fuertes, aferradas a la tradición.
“Sandak es el hombre que sostiene al bebé en el momento del Brit Milá”. Es mucho más que eso. Lo puedo asegurar.
Gustavo Szpigiel
Hermoso testimonio! Mazal tov Gustavo, que tu nieto tenga una vida llena de esos dones que mencionás: amor, paz, protección… Y que traiga luz a un mundo tan lleno de sombras…