El presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, dialogó con Vis á Vis tras la autorización de liberar a los cinco tripulantes del avión venezolano iraní.
Gholamreza Ghasemi, Abdolbaset Mohammadi, Saeid Valizadeh, Víctor Manuel Pérez y Mario Arraga Urdaneta, quienes estaban retenidos en Argentina desde el 6 de junio, partieron hacia Venezuela luego de que la Justicia les permitiera la salida del país y les devolviera sus pasaportes.
El juez federal Federico Vilena dictó falta de mérito porque entendió que no hay pruebas firmes para procesarlos por el delito de financiar actividades terroristas.
Los cinco fueron indagados hace dos semanas, tras una pedido de la querella de la DAIA. En ese momento, se los acusó de utilizar la empresa iraní-venezolana Emtrasur para desviar fondos que habrían sido utilizados para financiar actividades terroristas, un delito previsto en el artículo 306 del Código Penal. Sin embargo, Villena sostuvo que no hay pruebas contundentes en la causa para procesarlos.
Knoblovits afirmó que la DAIA «respeta la decisión», pero aclaró que «no significa que estemos de acuerdo» porque «aún no está claro el rol de estos cinco tripulantes» del avión venezolano iraní.
Además, expresó que la intervención de la entidad logró conocer las irregularidades del avión y el modus operandi del gobierno de Irán. Y aseguró que van a apelar la decisión de la Justicia.
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¿Cuál es la opinión de la DAIA tras la decisión de la justicia de autorizar a salir del país a toda la tripulación del avión venezolano?
Como siempre, la DAIA respeta la decisión de la Justicia. Pero esto no significa que estemos de acuerdo con esta última medida. Si bien la investigación continuará más allá de que a los sospechosos se les permitiera irse del país, creemos que ésta debió continuar con ellos acá. Para nosotros aún no está claro el rol de estos cinco tripulantes en ese vuelo de la empresa iraní-venezolana Emtrasur. Seguimos pensando que hay que profundizar la investigación para descartar sus posibles vínculos con acciones para financiar o realizar tareas de inteligencia para posibles actos terroristas. Cuando se investiga terrorismo o financiación del terrorismo, no se trata de un acto delictivo ya cometido, sino los actos preparatorios.
Para justificar su decisión, el juez Vilena sostuvo que no había pruebas contundentes en la causa para procesarlos. Pero creemos que se apresuró, quizás, el plazo que le impuso la Cámara Federal de La Plata.
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¿Están conformes con la investigación que se llevó a cabo?
Creo que a lo largo de estos meses se trabajó con seriedad. La fiscal Cecilia Incardona, la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Gendarmería y las fuerzas de los países a los que se les pidió colaboración. Entendemos que es un caso difícil, donde entran en juego cuestiones geopolíticas y se mezclan muchos intereses. El mundo atraviesa un momento muy convulsionado y nunca es fácil investigar aspectos que puedan estar relacionados con el terrorismo internacional.
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Hace unas semanas, en diálogo con Vis á Vis, dijiste “hay causa porque hay DAIA”. ¿Qué logró la intervención de la DAIA en la investigación?
Logró que nos hayamos enterado de todas las irregularidades que rodearon la presencia de este avión y de su tripulación en Argentina y en otros países de la región. También para conocer el modus operandi que tiene el gobierno de Irán, con complicidad de sus socios venezolanos, para saltear las sanciones que la comunidad internacional le impuso al gobierno teocrático por su irresponsable programa nuclear.
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¿Cuáles son los próximos pasos? El avión quedó retenido en Argentina por pedido de Estados Unidos…
El próximo paso judicial es nuestra apelación y esperar la decisión de la Cámara Federal con relación a la falta de merito dictada. La DAIA apeló dicha medida.
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