Si los resultados de las elecciones muestran este martes que el bloque de Netanyahu no logró alcanzar los 61 escaños, ¿qué pasará?
El primer paso tras la elección será quién recibe el mandato del presidente Isaac Herzog para intentar formar gobierno. Es probable que Herzog tome esta decisión en función de quién recibe la mayor cantidad de recomendaciones.
Incluso sin 61 escaños, es probable que este siga siendo el líder de la oposición y líder del Likud, Benjamin Netanyahu, ya que no se espera que el primer ministro Yair Lapid reciba la recomendación de los partidos árabes.
Netanyahu recibirá entonces 28 días para formar gobierno y podrá solicitar 14 días más. A juzgar por su conducta en las elecciones anteriores, es probable que use todo el tiempo posible, incluso si se da cuenta desde el principio de que no puede formar un gobierno.
Es probable que el mandato recaiga en Lapid, quien recibirá otros 28 días para intentar obtener los 61 votos necesarios para formar un gobierno.
Lapid no podrá incluir a Hadash-Ta’al en una coalición y, por lo tanto, requerirá votos del lado opuesto.
Haredi MKs podría apoyar a Lapid
La primera posibilidad es si algunos o todos los parlamentarios haredi (ultraortodoxos) lo apoyan. Según los informes, Lapid ha estado manteniendo contacto con los parlamentarios haredi, especialmente del Judaísmo Unido de la Torá (UTJ).
Yesh Atid MK Moshe Turpaz también ha mantenido vínculos con miembros haredi MK, que comenzaron durante negociaciones discretas sobre el Acuerdo de Belz para alentar a las escuelas haredi a estudiar estudios básicos de inglés y matemáticas.
El Acuerdo de Belz estaba orientado hacia la parte jasídica de UTJ, Agudat Yisrael. Su líder, Yitzhak Goldknopf, se ha mantenido en silencio sobre la opción de unirse a Lapid después de las elecciones. El líder de la facción lituana Degel Hatorah de UTJ, MK Moshe Gafni, ha sido más insistente en que no se unirá a Lapid bajo ninguna circunstancia, pero Gafni también dijo que evaluará la situación nuevamente si Netanyahu no obtiene 61 escaños.
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Shas es el único partido haredi que se unió a un gobierno de izquierda, a principios de los 90 bajo el ex primer ministro Yitzhak Rabin. Esta vez, sin embargo, parecen ser la parte con menos probabilidades de unirse a Lapid. El líder de Shas, Aryeh Deri, dijo en un video el lunes que la derecha estaba actuando como un bloque unificado y que no se dividiría incluso si eso significaba ir a la oposición.
Es muy poco probable que Lapid pueda traer a los haredim a su lado, ya que esto implicará hacer concesiones significativas que los votantes de Yesh Atid tal vez no puedan digerir. Por otro lado, Lapid no es una figura muy querida en la sociedad haredi, por decir lo menos, y para muchos es una persona non grata.
Una segunda opción es que los miembros del Likud se rebelen contra Netanyahu y apoyen un gobierno Lapid. Esto es aún más improbable, ya que constituiría un suicidio político. Según se informa, hay varios diputados que están listos para desafiar a Netanyahu, pero esto aún no significa que abandonarán el barco por completo, incluso si eso significa que se convertirían en ministros en un gobierno dirigido por Lapid.
Mandato para formar gobierno podría ir a Gantz
La única opción que queda además de dirigirse a una sexta elección sería si la mayoría de los diputados votaran para dar el mandato de formar un gobierno a otra persona, presumiblemente al Ministro de Defensa Benny Gantz.
Gantz ha llegado al máximo de 14 en las encuestas. Incluso si pasa este número y recibe 15 o 16 escaños, tendrá que trabajar duro para convencer a sus socios de que tiene la legitimidad para servir como primer ministro, especialmente porque su propio compañero de fórmula, el exjefe de gabinete Gadi Eisenkot, ha dicho. que el partido necesita un número de «dos dígitos altos» para exigir el cargo de primer ministro.
Aún así, de cara a la sexta elección y con la expectativa de que Yair Lapid continúe indefinidamente como primer ministro interino, los parlamentarios y los partidos pueden estar dispuestos a hacer concesiones significativas.
La conclusión es que si Netanyahu no logra llegar a 61, lo más probable es que Israel se dirija a otra elección , una vez más, dejándolo sin presupuesto y sin la capacidad de promulgar políticas a largo plazo.
Puede suceder lo inesperado, como sucedió en las últimas elecciones, y puede formarse una coalición de partidos del Centro, la Izquierda y uno o ambos partidos haredi. Pero esta coalición tendrá que lidiar con un tira y afloja constante entre su ala secular y las demandas de los partidos haredi. Y dado que se espera que la oposición no sea menos tenaz que durante el año pasado, es muy dudoso que tal coalición pueda durar un período completo de cuatro años.
La conclusión es que si Netanyahu no logra llegar a 61, lo más probable es que Israel se dirija a otra elección , una vez más, dejándolo sin presupuesto y sin la capacidad de promulgar políticas a largo plazo.
Puede suceder lo inesperado, como sucedió en las últimas elecciones, y se puede formar una coalición de partidos del Centro, la Izquierda y uno o ambos partidos haredí. Pero esta coalición tendrá que lidiar con un tira y afloja constante entre su ala secular y las demandas de los partidos haredí. Y dado que se espera que la oposición no sea menos tenaz que durante el año pasado, es muy dudoso que tal coalición pueda durar un período completo de cuatro años.
Jerusalem Post