En los años 70 y 80, los bailes de la colectividad judía eran casi una cita obligada para aquellos que teníamos entre 18 y 30 y pico.
¿Quién no estuvo en los eventos de Isaac, “Daniels”, OBI, ODEBI y demás organizaciones que nos reunía en Macabi, Csis, Hebraica, ORT o en boliches bailables como la Embajada – en la avenida Canning -, San Jorge, Pigalle, Privilege, el Bauen, el Hotel Presidente, el Crillón, New York City, salones de la avenida Cabildo, Villa Crespo, Caballito o Flores?
Imperio en Villa Crespo, Torino en Paternal o el Ciervo de Callao y Corrientes eran los lugares de encuentro antes de salir. Ahí te pasaban el dato de dónde había que ir ese día.
Es imposible hacer una comparación entre esos tiempos y los de ahora. No existía internet y, por ende, tampoco las redes sociales con Instagram o Tik Tok.
El “like” de Instagram en ese momento era un cruce de miradas y el “stalkeo” era averiguar por un tercero adónde iba la o él que te gustaba.
Alrededor de las 22, los lugares de encuentro ya eran todo un hervidero de gente.
A diferencia de hoy, donde a esa hora los jóvenes se tiran a dormir un rato para organizar “la previa” a la 1 y salir a algún boliche a las 3 o 4 de la mañana, en esa época estas eran las horas de regreso a los lugares de salida. Podías volver solo o acompañado si tuviste suerte y encontraste a “esa persona favorita”.
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También estaban aquellos/as que solo iban a los lugares de encuentro y no iban a los bailes. En algunos casos eran “las figuritas difíciles”. Decidían encarar fuera de la cole.
Había lugares que ese día explotaban de gente y era difícil entrar por la capacidad del salón y otros que casi salían a la calle a buscarlos.
La juventud en esos tiempos se vestía con Wrangler, Lois, Fiorucci, Penguin, Hang Ten, Flecha, Lee, Fus, etc. La moda entre las mujeres la imponían los peinados de “Los Ángeles de Charlie y Bo Derek”.
“Fiebre de sábado por la noche” con John Travolta marcaba el tipo de baile con el que se animaba esa fiesta, la música de ABBA, Bee Gees, Village People, Its a Heartache, Xanadú y los comienzos de Queen invadían las pistas que se iban calmando al final cuando aparecía Carpenter, Barry Manilow o lentos de los Beatles con Let it be.
Cuando se terminaba el baile, volvíamos a nuestro lugar de encuentro. Un sábado más había pasado, nos juntábamos a lo que hoy sería “un bajón” para terminar la noche comiendo. En esa época, eran las medialunas calentitas de Imperio y contar qué había pasado.
Bailar, divertirte y nada más. O conocer a “tu persona favorita”. Como me pasó a mí: que en uno de esos bailes, hace ya 42 años, la conocí. Y hoy es la mamá de mis hijos y la abuela de mis nietos. La conocí en un baile de la cole y sigue siendo mi persona favorita.
Gustavo Szpigiel
Señor Szpigiel, usted tuvo suerte.
Yo no solo no conocí a mi esposa en ningun «Baile de la cole» sino que esos bailes representan la epoca de mis mayores frustraciones.
La turquita que bailaba sola todo el tiempo… el grupo de cuarentones que miraban pasar el tiempo con un vaso en la mano… el petiso rengo que decía todo el tiempo: …» acá no pasa nada… me voy»… Las chicas ultrasofisticadas empeñadas en encontrar al hombre ideal (pinta, simpatía, guita y obviamente… que sea judio !!)… las dos enanitas que saltaban para darte un beso en la mejilla… y el desfile incesante de frustrados crónicos de quienes yo mismo formaba parte.
¿Como puede ser que era tan facil relacionarse en cualquier fiesta llena de «goyim» y resultaba casi imposible hacerlo en las fiestas de la «Cole»? …
¿¿Los bailes de Isaac?? Ese tipo era un mafioso !! Una vez me dieron folletos del templo de Julian Alvarez para repartir y este Isaac mandó dos morochos a que me sacaran a puñetazos del lugar. Por mas que le expliqué que no le estaba sacando clientes porque se trataba de un templo y una invitacion para cabalat shabat… ese Isaac… grandote, bruto, con anteojos y cara de loco que… ¡¡encima !! decía ser psicologo (para atenderse con él…)
Asi que… señor Szpigiel… si usted conoció a su esposa en uno de esos tristes y frustrantes bailes, donde la mayoría de la gente se quedaba esperando en la vereda a ver quienes entraban y quienes no… solo puedo decirle que tuvo suerte. Mucha suerte !!
o sea , Albertito , vos eras el pox que siempre planchaba ….
como dura el resentimiento……..
Hermosas épocas la de esos bailes, ODEVI, JJA, OVI, etc.. en los Boliches de la época Dimensión, La City, St Thomas, etc, previa de esa época: reunión para comer unas porciones de pizza en el viejo Imperio con Angelito y después del baile desayuno c/cafe c/leche y medialunas, o pizza de muzzarella, recuerdo las mejores novias que tuve las conocí en esos bailes, previa birra o whiscola para darme animo, y romper el hielo, sin dudas de las mejores etapas de mi vida
Gabriel: vos tambien sos un pox. La unica diferencia entre vos y yo es que
1) Soy HOMBRE y pongo mi nombre y apellido mientras que vos te escondes detras de un nombre entre millones de Gabrieles que hay dentro de la cole
2) Vos tambien planchaste. Pero en tu fantasioso cerebro sos un tipo super exitoso.
Que pobres comentarios, si me hablan de planchadores y potzanim,
No conocieron lo que era la época del 55 al 65 en la confiteria Cesar,
en el Bauen, el el Circulo de Villa Crespo, en los bailes que organizabamos en la casa de alguno de la barra con un disck jokey y los boleros de los Panchos, Rosamel Araya, Nat King Kole, y el famos Bill Halley y sus cometas para bailar suelto, o bien juntitosy apretadidos en los primeros. Los carnavales de Comunicaciones.
Siiii…. nos reuniamos en el Plus Ultra o en Imperio y luego no paraba la joda, asi eran las amistades y la vida en esos años-
Al regreso y para final, el pletzele con pastrom y pepino era la delicia del final. Volvíamos pateanto tachos y sin temos a este tiempo en que se debe ser muy guapo para salir de noche.
Amigos. con placer y gusto de haber compartido una charla con no se quien, ni tampoco tan grosera, sino una realidad,
Los saluda, Samuel kakemun.
Siempre con mis amigas,íbamos a los Bailes de Isaac.
La pasábamos excelente.
Algun chico, nos saca siempre a bailar.
Y si ambos nos gustábamos.
Nos pedía acompañarnos.
Jamás supe que Isaac era un Matón? Me llama muchísimo la atención.