Gabriela Muchenik, presidenta del Bialik de La Plata: «El desafío más importante es lograr mantener vigente y activa una escuela hebrea de 111 años»

El 30 de junio, la Escuela Jaim Najman Bialik de La Plata cumplió 111 años y la kehilá platense está de festejo.

El «Bialik de La Plata» es la única escuela de la comunidad judía en la ciudad y, como muchas instituciones de la comunidad, la crisis en Argentina los atraviesa y luchan denodadamente «poniendo todo» para sostener la continuidad. Hay proyectos y objetivos, y hay capacidad profesional y voluntaria para llevarlos a cabo

Vis á Vis dialogó con su presidenta, Gabriela Muchenik, quien expresó: «Somos agradecidos de poder vivir en una kehilá como es AMIA La Plata, que está cumpliendo 116 años».

«Tenemos la suerte de contar con bisabuelos, abuelos, padres y madres, hijos e hijas que han pasado por distintos momentos de la historia de la Escuela», manifestó.

Además, se refirió al momento que vive la institución y el arduo trabajo que implica el sostenerla: «Contextualizando la realidad actual de nuestro país, nuestra institución atraviesa una situación muy difícil a nivel económico. Trabajamos a diario desde diferentes áreas para que mensualmente el Shule pueda sostenerse».

• ¿Qué significa que Bialik cumpla 111 años?

Cuando el año pasado pudimos vivenciar el festejo de los primeros 110 años de nuestro Shule, tuve la dicha de encontrarme con morim, talmidim y familias de todos los tiempos, con sus anécdotas, con nuestros propios recuerdos cargados de historia. Vimos fotos, videos, honramos a los que dejaron su huella.

Este año el sentimiento viene cargado de un compromiso renovado. Los cimientos están claros, nos enorgullecen y nos dan fuerzas. Nos invitan a retribuirle al Shule lo que nos brindó y nos brinda desde diferentes lugares. Estos 111 años se celebran valorando el presente. Llenándonos de orgullo por este hermoso momento y cuidando a quienes protagonizan que este camino recorrido sea vigente y esté vivo: sus talmidim del Gan, del Iesodí y del Tijón. Es por y para ellos por quienes trabajamos en comunidad, desde la Comisión Directiva, el tzevet de morim y morot, y de todo el personal no docente que brinda lo mejor cada día.

• ¿Cómo se está celebrando?

Más allá del festejo interno que se realizó durante la semana del viernes 30/6 (el día del aniversario) en los tres niveles, con juegos, visita de ex morot, relatos de ex estudiantes que hoy son padres y madres, amasado de jalot y muestra artística; este año celebramos a nivel comunitario con un Kabalat Shabat especial y un lejaim para la kehilá. Allí participaron los talmidim y sus familias, y también ex directivos y miembros de distintas Comisiones de todos los tiempos.

• Imaginamos la continuidad con las familias de la comunidad de La Plata donde abuelos, padres, hijos y nietos mantienen la tradición siendo parte del Bialik. ¿Es así?

En parte es así. Somos agradecidos de poder vivir en una kehilá como es AMIA La Plata, que está cumpliendo 116 años. El Shule fue y es una prioridad. Darle vida al Shule fue una decisión que pensó en garantizar la educación judía de nuestros hijos por generaciones y generaciones. Por eso tenemos la suerte de contar con bisabuelos, abuelos, padres y madres e hijos e hijas que han pasado por distintos momentos de la historia de la Escuela en estos 111 años. Como también, somos afortunados en recibir a nuevas familias que se incorporan y dejan sus raíces.

Desde hace algunos años, la Escuela Hebrea Jaim Najman Bialik es la única en la ciudad de La Plata. Lo cual implica, entre otras cosas, recibir diferentes familias y, por ende, diferentes historias.

• ¿Cómo está hoy en día la institución?

Podemos decir que, contextualizando la realidad actual de nuestro país, nuestra institución atraviesa una situación muy difícil a nivel económico. Trabajamos a diario desde diferentes áreas para que mensualmente el Shule pueda sostenerse. Sabemos que los tiempos cambiaron, como también algunas prioridades. No es sencillo el trabajo de los morim y las morot, pero no están solos. La Comisión Directiva está muy presente y trabajamos en conjunto para que el Shule se mantenga vivo.

Hace 14 años se abrió la nueva Escuela Bialik. Una escuela laica, abierta a toda la ciudad, que entre otros propósitos garantiza a las familias de la comunidad la continuidad en trayectoria educativa, para que buscar una escuela no sea un problema, y que poder seguir concurriendo al Shule no sea un obstáculo a causa de sus honorarios.

Esta escuela cuenta con los tres niveles: inicial, primario y secundario. Funciona en el turno matutino y ofrece talleres de extensión horaria previos al comienzo del Shule, que es durante el turno tarde, en donde continuamos brindando educación hebrea.

Es un gran compromiso pensar en continuidad y a la vez en actualidad. Este desafío no nos paraliza. No es el más difícil. Pensamos que redoblar la apuesta y seguir innovando en proyectos de vanguardia que inviten a generar espacios más atractivos para las familias, escuchar a los talmidim y talmidot partiendo de sus intereses e inquietudes, le da el valor protagónico a quienes transitan el Shule cada día.

• ¿Cuál es la población estudiantil y personal docente?

El Shule cuenta con la valiosa presencia de 28 talmidim en el gan, 37 en el iesodí y 30 en Majón, que es nuestra instancia de nivel secundario y formación de líderes comunitarios.
La escuela tiene una directora en sus tres niveles: la morá Verónica Berguelson. Y en el nivel Iesodí tiene también una Coordinadora pedagógica, la morá Viviana Esses. Ambas son egresadas de nuestra institución y trabajan desde hace muchos años en el Shule.

El Gan tiene tres salas unificadas y cinco morot, más un moré de música. Y el iesodí cuenta con tres kitot unificadas, con morot rotativas por materias y morim especiales. Al igual que en Majón.

Recibimos constante apoyo y actualización de Vaad Hajinuj.

• ¿Cuál es el proyecto académico de la institución?

Principalmente, desde hace años formamos personas con valores. Estos valores no son aislados. Son los que extraemos de nuestras mekorot, de nuestras fuentes. Y se transmiten en los talmidim a través de nuestra historia, nuestras festividades y costumbres, nuestro idioma hibrit y nuestro fuerte vínculo con Israel.

Llevamos adelante nuestras asignaturas acorde a las propuestas pedagógicas de cada etapa evolutiva, cumpliendo con el calendario oficial.

• ¿Cómo está hoy en día la comunidad judía en La Plata?

La kehilá de La Plata está cumpliendo 116 años. Cuenta con muchas propuestas y proyectos que parten de cada área, liderados por los presidentes de las comisiones o sus directores. Es una comunidad muy grande, pero que actualmente trabaja para seguir fortaleciendo la pertenencia en tiempos actuales y desafiantes.

Tenemos un cementerio, una Comisión de Culto que trabaja para brindar cada semana servicio de Kabalat Shabat y Shajarit, al igual que garantizar cada momento del ciclo de vida judío. Afortunadamente contamos con muchos chicos y chicas que se preparan para el Bat y el Bar Mitzvá.

Le damos el lugar que se merecen a las festividades y acontecimientos importantes de nuestras historia. Tenemos un club maravilloso, al que concurren los adultos mayores de la comunidad: el Club de la Amistad, que ya tiene 42 años. Contamos con una Comisión de Cultura, como también los valiosos aportes que realiza el ICAI (Instituto Cultural Argentino Israelí). Además hay un equipo maravilloso que trabaja en la comisión de Tzedaká.

Y lo más importante: la educación formal y no formal de nuestros jóvenes. Por un lado, claro, el Shule Bialik. Por otro, Macabi. En donde hay un departamento de deportes, uno de rikudim para jóvenes y adultos y también hadrajá. Tenemos una quinta enorme, que invita a pasar momentos recreativos y que en cada temporada de verano espera ser visitada. Tenemos una gran comunidad y muchas ganas de que siga creciendo. El trabajo es mucho.

• ¿Cuáles son los próximos desafíos?

Sostener, ser parte, emprender el trabajo voluntario que promueve a que la comunidad judía de la ciudad de La Plata, y en especial el área que llevo adelante, el Shule, sigan activos, nos convoca diariamente a debates, reflexiones y construcciones colectivas de los devenires sociales que nos van marcando el camino. Es muy grande el desafío.

Por un lado, estamos siempre abiertos a tender redes con otras instituciones y Comisiones. Sin ir más lejos, en el mes de agosto la kitá Hei/Vav se va de viaje junto con el Shule Bet El a conocer Colonias Judías. Una experiencia enriquecedora.

Estamos, por otro lado, pensando en un gran proyecto que debe madurar un poco más que apunte al compromiso de los talmidim y sus familias, y por otro lado a conseguir socios protectores para el Shule.

Durante el receso invernal nuestros morim y morot se capacitarán como cada año en las jornadas educativas de Vaad Hajinuj, lo cual da cuenta del deseo de seguir creciendo desde cada rol.

Ahora bien, el desafío más importante es lograr mantener vigente y activa una escuela hebrea de 111 años, con niños, niñas y adolescentes de la actualidad, en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, en estos tiempos en donde el afuera ofrece otras alternativas, pero el adentro es muchas veces el único espacio de educación judía que puedan recibir. Estamos seguros de que garantizando un Shule abierto podemos hacer un enorme aporte por la continuidad de nuestro pueblo.

Desde ya, siempre las puertas abiertas para quien quiera sumarse.

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