«El 18 de julio de 1994, Fabián Schalit Z’L había llegado a la AMIA junto a su hermano Pablo para hacer los trámites por el fallecimiento de su abuelo. Estaban dentro del edificio cuando ocurrió el atentado, de esta manera, el papá de Fabián perdió en menos de 12 horas a su padre y sus dos hijos». Este es uno de los momentos estremecedores del relato del actor y productor Martín Seefeld cuando recuerda a su mejor amigo. Con quien había estado la noche anterior comiendo pizza en su casa.
“Aprendí a convivir con esto”, aseguró.
De acuerdo a su relato, el día previo al ataque se habían juntado a ver la final del mundial del 1994 y se quedaron charlando hasta las dos de la mañana del lunes 18 de julio. “Fue increíble porque pasó una cosa rarísima y premonitoria. Me invitó a ver el partido, solos. En un momento estábamos comiendo una pizza tirados en el piso y me agarró y me dio un beso. No en la boca, sino en una mejilla. Fue de la nada y muy largo, a mí me incomodó”, recordó.
Leer más: 45 familiares de víctimas del atentado a la AMIA participaron por primera vez de una emotiva acción artística y colectiva para renovar el reclamo de justicia
Un mes después, manejando su auto, Seefeld se dio cuenta que ese saludo se trató de una despedida: “Me dio un ataque de llanto en Libertador. Tuve que parar el auto porque no podía parar de llorar. Me di cuenta y dije: ‘Mirá este hijo de puta cómo…’ Porque fue realmente de la nada. Fue un beso que vos decís ‘uff, le pintó una que yo no conocía’. Casi que me reía de la situación. Y después me di cuenta de que no era así“.
“El papá me pidió que lo reconociera yo. Fue un aprendizaje muy profundo y, bueno, aprendí a convivir con todo esto”, señaló Seefeld y agregó: “Aprendí a seguir para adelante, a seguir peleando, a entender la vida sin el otro, a rescatar lo que tenía de él y a convivir con el dolor, que no es poco”.
Con información de PH Telefé