Hace unos días, el pueblo judío celebró Tisha BeAv, el noveno día del mes hebreo de Av, en el cual se observa luto por la destrucción del Beit HaMikdash, el Templo de Jerusalén, en manos de los romanos en el 70 AD y el exilio de la Tierra de Israel. La destrucción del Templo es una de las más grandes tragedias del pueblo judío, y cada año en Tisha BeAv es costumbre abstenerse de comer, beber, bañarse y usar calzado de cuero, para recordar el templo, su destrucción, y las terribles consecuencias de este hecho.
En el exilio de la Tierra de Israel, el pueblo judío ha creado por siglos miles de pequeños Templos: las sinagogas. En estas, los feligreses rezan mirando al Aron HaKodesh, el armario sagrado que contiene los rollos de la Torah, que a su vez se encuentra siempre en la pared que da hacia Jerusalén. No importa en dónde se encuentre la sinagoga: el rezo siempre será hacia Jerusalén, y en las sinagogas de Jerusalén, el rezo siempre será hacia el Muro Occidental, el último vestigio de lo que fue el Beit haMikdash.
Leer más: Se reúnen en Buenos Aires 30 rabinos de distintos países para lanzar el Forum Rabínico de América Latina
La relación entre los judíos y el Templo es algo íntimo, casi incomprensible para los que no pertenecen a este grupo. Como tan íntima y personal fue la relación entre aquellos inmigrantes judíos que llegaron a la Argentina a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y sus sinagogas. Una vez que llegaron a esta tierra lejana, en las áreas urbanas los judíos se unieron en pequeñas comunidades. Lo hicieron con el objetivo de recolectar fondos para la construcción de sus templos. Y así, nacieron majestuosos edificios como los que se pueden encontrar en Buenos Aires en las calles Libertad, Paso, Brandsen, etc., así como pequeñas y humildes casas de rezo y estudio. Así nacieron cientos de pequeños “Beit HaMikdash”, que reflejaban el número y poder adquisitivo de cada congregación judía.
Unos días antes de Tisha BeAv, el periódico “La Voz”, publicó un artículo en el cual daba a conocer que una sinagoga histórica de Córdoba fue demolida por la municipalidad, dejando debajo de los escombros algunas piezas sagradas. La sinagoga fue expropiada por la misma municipalidad hace más de un año, y su demolición se debe a la necesidad de esta de ensanchar una avenida local. El hecho de que objetos sagrados se encontraran entre los escombros creó indignación en parte de la comunidad judía cordobés, mientras que otros, los que hubieran tenido que ejercer su responsabilidad de proteger al edificio de este hecho, definieron al mismo como una “pequeña desinteligencia entre la empresa que hizo la destrucción”, según reporta el periódico La Voz.
Leer más: El grave e inaceptable error de la serie «Ghosts of Beirut» sobre el atentado a la AMIA
Argentina está atravesando un periodo delicado. La crisis económica golpea a todos los sectores del país. En situaciones como ésta, la cultura y el patrimonio son las últimas prioridades de cualquier gobierno, sea nacional o municipal. Pero nunca se debería llegar a la deliberada destrucción del patrimonio cultural.
Argentina es un país construido por inmigrantes, y el patrimonio de cualquier colectividad nacional es patrimonio de toda la nación. El hecho de ser testigos de que los bisnietos destruyan lo que los bisabuelos construyeron tras mil dificultades, hace reflejo del estado en el que vive esta nación. ¿Qué futuro nos espera, si en el silencio de todos, para ensanchar una calle, una municipalidad destruye un templo?
Mientras que, en la Argentina que recibió y salvó la vida de miles de inmigrantes judíos, las instituciones expropian y derrumban una sinagoga histórica; en Europa, desde donde los mismos refugiados huyeron por las masacres, docenas de sinagogas son restauradas y conservadas cada año.
Basta acceder al portal en inglés “Jewish Heritage Europe” para tener un ejemplo de esta práctica. Solamente en los últimos dos meses se han restaurado, o se están restaurando, sinagogas en Vitebsk (Bielorrusia); Barczewo y Lesko (Polonia); Čekiškė y Kurkliai (Lituania); Senta (Serbia), y Constanța (Romania). Y son, sobre todo, las municipalidades quienes buscan financiamiento para que estos edificios vuelvan a la vida. Siendo centros de interés cultural y turístico inestimables.
Leer más: Un exprimer ministro puso en duda el número de judíos que fueron asesinados durante el Holocausto y afirmó que «los judíos controlan gran parte del mundo occidental»
Imágenes de sinagogas destruidas como la de Córdoba las hemos visto solamente en blanco y negro, en el contexto de una Europa en guerra, o, en tiempos más recientes, por las guerras en Siria e Irak, donde destruyeron sinagogas centenarias por las bombas, o el odio de los terroristas del ISIS.
En Tisha BeAv se lleva el dolor por la destrucción del Templo en mano de los romanos hace 1952 años. Quizás llegó la hora de que alcemos la voz para que ninguna otra sinagoga sea derrumbada, mucho menos en manos de los que deberían tutelar por su memoria y permanencia.
Michele Migliori
Michele Migliori nació en Florencia, Italia. Después de vivir varios años en Europa Central, se mudó a Israel. Realizó un doctorado en el Departamento de Arte Judío de la Universidad Bar-Ilan.
Su investigación se enfoca en el arte y arquitectura de las sinagogas de las antiguas colonias judías. Además de otros pequeños asentamientos del interior de Argentina. También su relación con las sinagogas europeas. Además, trabaja para la Jewish Heritage Europe desde 2019. Es un portal en línea de noticias, información, y reportajes sobre monumentos y sitios patrimoniales judíos en Europa. Actualmente Michele vive en Jerusalem, Israel.
Ahaa, its good discussion about this piece of writing here at this web site, I have read all
that, so at this time me also commenting at this place.
к чему снится если укусила собака ребенка возврат мужа заговоры потеет шея во сне у
ребенка
messier 15 wikipedia средство от блох у собак, лучшее средство от
клещей для собак
Acquisto sicuro di compresse di farmaci Farmagon Hardinxveld-Giessendam
Bestel medicijnen online voor snelle verzending naar Nederland.