Socorro, me persiguen los kilos. Por Dr. David Sznajderhaus

Socorro, me persiguen los kilos. Por Dr. David Sznajderhaus
Socorro, me persiguen los kilos. Por Dr. David Sznajderhaus

Este no es un llamado de ayuda, es un grito desesperado de aquellos que están pasados de peso y muy por encima de los kilos que deberían tener por sexo y edad, aunque al respecto deben saber que si bien las tablas que existen, dan una idea del peso según la altura, edad y  sexo, no deben tomarse estrictamente en cuenta, ya que están realizadas sobre promedios internacionales, y deben agregarse los factores propios del individuo como tamaño del esqueleto, tipo de actividad, carga genética, costumbres alimenticias, entorno social y familiar, hábitat, clima, tipo de trabajos, etc. Por eso hay que tener cuidado y leer los números solo como orientativos. Pero volviendo al título, van otras frases que, de comienzo, dice el paciente en el consultorio: 

Mi compañera de caminata me falló y no fui a caminar, porque sola me aburro…

Mi hija come más que yo y no engorda un gramo…

Este mes comí lo mismo que el mes anterior y bajé, porqué??

2 tostadas, medio yogur y mucha ensalada y no bajo, que me está pasando???

Como hago para quemar las grasas??

Dr. tengo retención de líquidos, no orino lo suficiente, solo tres veces al día, será por eso que no bajo???

No tengo tiempo de comer, como lo que puedo… 

Aprovecho el mediodía para adelantar trabajo..

Como lo que dejan mis hijos, me da lástima tirar la comida…

Ceno con los chicos y después llega mi marido y me pide que lo acompañe…

Mi marido no quiere que baje de peso, dice que así estoy bien…

Cuantas frases más se dicen constantemente, que no es lo más complicado, sino que si prestan atención, en todas hay “un culpable”, “mi marido, mis hijos, el trabajo, el tiempo, mi compañera, etc”, cuando lo importante sería asumir que el principal responsable del desarreglo alimenticio, es el paciente. Partiendo de esa premisa, reconociendo y aceptando que somos los protagonistas principales de la novela, y que todos los demás son actores secundarios aunque partícipes necesarios, es que podremos entender por donde empezar a solucionar el problema de la obesidad. Y el principio pasa por la autoestima. Es decir que si nos miramos al espejo y la imagen que nos devuelve no nos gusta, y no hacemos nada por cambiarla, es que nuestra autoestima esta por el piso ya que nos conformamos mal con lo que somos, teniendo la posibilidad de modificar esa situación.

Por otro lado, dejemos de poner la culpa de nuestros males en los demás, nadie es responsable de que no almorcemos, de que los chicos coman poco o mucho, de que los maridos lleguen tarde de trabajar o de que los compañeros de la actividad física peguen un faltazo. Lo más fácil ante una dificultad es decir “yo no tengo nada que ver, fue el otro…” y así seguimos justificando nuestro desorden frente a la comida. Si bien es cierto que todos tienen algo que ver en la vida de cada uno, no es menos cierto que el primer paso debemos darlo nosotros. Hay un viejo refrán que dice: “A las dificultades las vencemos o nos vencen”. Comer es placentero pero cuando ese placer se transforma en obsesión y pasa a ser incontrolable es cuando debemos pedir ayuda profesional sin demora, incluso a nuestras familias, tratando de modificar el hábito alimenticio de todos, por ejemplo evitando las comidas a deshoras, aquellos alimentos que tienen exceso de hidratos de carbono, incluir las frutas y verduras en nuestra dieta, los lácteos descremados, limitando el consumo de grasas, salsas y aderezos, la carne roja, los dulces, postres, harinas en general, etc. No es simple, lo sabemos, pero debemos tomar la decisión, y cuando este momento  llega, pueden pasar tres cosas, que la decisión tomada  sea la correcta o que no lo sea, pero lo peor es, no tomar ninguna, ya que de esta manera, las cosas seguirán su rumbo con final incierto. 

Tome la decisión, comience hoy mismo con una nueva forma de comer, disfrute la comida pero cuide su cuerpo que no es solo un estuche para el alma, es el espejo en el que   nos miramos durante toda la vida…

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Dr David Sznajderhaus

MN 70630

Especialista en Trastornos de la Alimentación

1 COMENTARIO

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