La cantante israelí Noa Kirel, que viene de cumplir con una resonante actuación en el Eurovision 2023 en Liverpool, marcará ahora otro gran hito en su carrera, nada menos que una presentación en el mítico Madison Square Garden, en Nueva York.
Según reportó Israel Económico, Kirel, de 22 años, tendrá su propio recital en el estadio que se levanta a la salida de la Pennsylvania Station el 30 de junio del 2024, y se convertirá en apenas la segunda israelí en encabezar un show en el MSG.
Es que unos meses antes que Noa, el 3 de setiembre próximo, cantará en el estadio el popular artista judío ortodoxo israelí, nacido en Francia, Ishay Ribo, conocido por sus canciones de tono religioso.
Para Kirel, presentarse ante una multitud (el MSG tiene 20.000 butacas) no será una novedad: la joven cantante actuó ante miles de sus seguidores a finales del 2022 en el parque HaYarkon, en el corazón de Tel Aviv.
Pero aquel recital fue solamente el principio, ya que en julio último, y en pocas horas, se vendieron decenas de miles de tickets para otras dos actuaciones en el mismo parque, que se llevarán a cabo el 21 y el 23 de setiembre de este año.
El famoso parque «es definitivamente una de las cosas más grandes que hice en mi carrera y que más disfruté», afirmó Noa durante una conferencia de prensa en julio pasado.
Hace pocos días, en el primer domingo de este mes de agosto, nada menos que Simone Biles, la gran gimnasta estadounidense, eligió una versión instrumental de un tema de Kirel para su esperado regreso a las competiciones después de más de dos años.
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¿Cuál fue la canción? Unicorn, la que Noa interpretó en Liverpool y que le valió un destacado tercer puesto en el certamen musical europeo.
Noa se declaró «emocionada y sorprendida» por la elección de Biles, y afirmó que la atleta norteamericana «representa exactamente los valores» de la canción. Se trató, dijo, de «una de las cosas más locas que me pasaron».
El avance internacional de Kirel comenzó a mediados del 2020, cuando la cantante firmó un contrato con el legendario sello estadounidense Atlantic. Aunque no se dieron a conocer detalles, en aquel momento se aseguró que el acuerdo fue el más oneroso de la historia para un artista israelí.