El yoga, es una práctica muy antigua que tiene su origen en la India, en la que se enmarcan una serie de técnicas mentales y físicas que ayudan a preservar la salud. Es considerado una ciencia y un arte sugestivo y profundo, con el cual, a través de una educación personal entre maestro y discípulo, se intenta conseguir que la persona sea capaz de desarrollar ciertas cualidades positivas. Es especialmente útil en la actualidad, ya que vivimos sometidos a un gran estrés que en muchas ocasiones nos impide realizar nuestras tareas de forma correcta, además de afectar negativamente a nuestra salud. Aunque su origen sea el lejano oriente y muchas veces se le haya identificado con el budismo, considerar el yoga como una religión es un error, ya que no existe en ella una creencia dogmática, sino que sólo hay que tener fe en el propio potencial del cuerpo humano, estableciendo una relación entre cuerpo y mente que devuelve el equilibrio al organismo. Su principal finalidad es la conducción adecuada de la energía humana, con el fin de conseguir la calma, el bienestar y la felicidad, en armonía con la naturaleza y a desarrollar la sensibilidad, así como a multiplicar el poder de concentración. A todo ello hay que añadir que el yoga requiere una rutina diaria muy estricta. Hay una gran variedad de ejercicios físicos y mentales que proporcionan la relajación y la fuerza necesaria para hacer frente a la vida. Estos objetivos sólo se pueden lograr mediante la realización de una serie de ejercicios que requieren una autodisciplina absoluta. Las diferentes técnicas que emplea esta disciplina tienden a fortalecer y dar elasticidad a la columna vertebral. Además, intenta estimular la vida del corazón, los pulmones y la circulación mediante unos ejercicios respiratorios regulares. Quienes lo practican aseguran que una respiración lenta y profunda ayuda a conseguir una mejor concentración. Otra finalidad es conseguir un estado de relajación que permita realizar las actividades cotidianas de forma óptima. Todo ello está encaminado a conseguir una prolongación de la vida.
Los ejercicios mentales que se realizan con el yoga reciben el nombre de ‘Mantras’, mientras que los ‘Asanas’ son las posturas encaminadas a conseguir la relajación. Estas posturas tienen una relación directa con los aspectos mentales. Éstos son los que proporcionan un suave estiramiento que lubrica articulaciones, ligamentos, músculos y tendones. Además, ayudan a liberar tensiones y a aumentar la flexibilidad. Se deben realizar de forma lenta, relajada, y con ropa ligera que permita el buen movimiento del cuerpo.
En cuanto a la respiración, hay que señalar que debe ser completa y profunda, además de ser consciente y de utilizar la totalidad de la capacidad pulmonar para conseguir un proceso de oxigenación de la sangre lo más completo posible, que contribuirá al buen funcionamiento del resto del cuerpo. Con esto se quiere conseguir canalizar el ‘Prana’, es decir, una energía que se encuentra en el aire y en los alimentos.
Teniendo en cuenta que el yoga es el arte de unificación con uno mismo, con los demás, con el cosmos y con Dios, se puede hablar de una especie de ciencia de integración humana. Para esta ciencia es de principal importancia poder controlar aquellos estímulos que provocan preocupación, alteración o tensión, y de los que normalmente no se es consciente.
Según esta práctica oriental, estos comportamientos consumen las energías humanas, debilitando al hombre y haciendo que aparezca el estrés. La mejor forma que señala la disciplina de controlarlos, es la relajación, que se debe realizar diariamente y que es una tarea muy sencilla. Simplemente hay que fijar la atención en lo que se está haciendo y acompañarlo de una respiración constante, suave y profunda, de modo que nuestro cuerpo y mente, sean uno solo trabajando en plena armonía.
Esta disciplina, sin dudas que tiene que ver con mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo circundante, mediante una técnica al alcance de todos, dependiendo de la calidad del maestro, de las ganas de aprender, de las posibilidades físicas y por sobre todo de comprender que con paciencia y aplicación, se puede llegar a la profundidad de nuestra mente para que ella nos ayude a disfrutar más y mejor, cada minuto de nuestras vidas.
Dr. David Sznajderhaus
MN 70.630
Médico Deportólogo
Contacto: +54 9 11 5226-0865
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