Este jueves se realizó en la Sede Belgrano de la Fundación Judaica el Amasado de Jalá en Red de Rosh Hashaná, con más de 500 participantes.
Del evento, participó la reconocida cocinera Narda Lepes, quien estuvo como moderadora y acompañó a todas las personas en la realización del jalá.
La cocina estuvo completa: cada participante contó con todos los instrumentos necesarios para poder avanzar con la receta.
Previo al evento, Narda Lepes expresó sus sensanciones con Vis á Vis; «Participar de un evento que tiene que ver con la comida, con transmitir, no importa en qué lugar del mundo esté, siempre vas a tener algo que te víncula y te hace feliz«.
Leer más: «Celebrar cada celebración», columna especial de Gustavo Szpigiel por Iamim Noraim
Además, la experta cocinera le dio un consejo a quienes participaron del amasado: «No sé trata de la masa, del pan. Se trata de hacer algo repetido. Estamos en un momento de la vida que no le damos el valor que se merece la repetición, que permite muchas cosas. Genera conexiones o vínculos que solo funcionan por repetición«.
Por su parte Patricia Holzman, directora ejecutiva de Judaica, aseguró que fue un «momento muy importante«. Además, agregó en el amasado del Jalá «une la energía de tres generaciones: abuelos, padres e hijos«.
Por último, Holzman le deseó un buen año a todas las familias, que tengan una «lluvia de bendiciones y mucha luz para transitarlo«.
Las mejores imágenes
Amasado de Jala Agulá
Bajo el cálido abrazo del espíritu de Rosh Hashaná, tres generaciones se unieron en un emotivo y significativo acto de amasar la jala agulá. Lo vivido fue más que la simple creación de un pan tradicional; fue la confluencia de amor, empatía y un deseo profundo de contribuir al mundo, un acto de tikun olam.
Dicen que cuando la fuerza de todos se funde con la esencia de la jala, se desata un poder especial, capaz de obrar verdaderos milagros. Cada ingrediente, en sí mismo, se convierte en un canal de plegarias hacia lo divino, y el proceso completo de crear una jala se convierte en una conexión profunda tanto con lo divino como con nuestros seres queridos.
En esta luminosa mañana, más de 400 almas, pertenecientes tanto a la escuela comunitaria Arlene Fern como a la comunidad NCI Emanu El, y miembros de todos los nodos de la red Judaica se unieron en un amasado especial, bajo la dirección de la talentosa Narda Lepes.
La vajilla de Volf, cuidadosamente dispuesta, y los delantales de cocina proporcionados con amor por la Agencia Judía para Israel y Organización Sionista Mundial, con todos los ingredientes dispuestos gracias a la colaboración de la Organización Sionista Argentina, crearon el entorno perfecto que permitió a todos conectarse con la esencia de este acto de amasado. Un grupo extraordinario de voluntarias, con corazones llenos de pasión y compromiso, provenientes de nuestra Escuela Comunitaria y del Centro Comunitario Judaica Belgrano, se convirtieron en la chispa vital que encendió la llama de la preparación, la organización y la anticipación.
Leer más: Mensaje especial para Vis á Vis del presidente de Hacoaj, Osvaldo Ofman, por Iamim Noraim
Con un fervor que irradiaba como una estrella brillante en el firmamento, estas almas generosas trabajaron incansablemente para asegurarse de que todo estuviera dispuesto y listo, tejiendo una red invisible de apoyo y amor. Cada gesto, cada esfuerzo, era una nota en la sinfonía de la colaboración y la dedicación, a la comunidad y a la unidad.
Fue un momento de unión y propósito compartido, donde las manos de estas colaboradoras voluntarias se entrelazaron como hilos de un tejido inquebrantable, tejiendo juntas una historia de solidaridad y alegría. El palpitar de sus corazones resonaba en cada rincón, infundiendo el entorno con una energía que solo el acto de dar puede proporcionar.
Y así, la magia del amasado tomó vida, llevando consigo la esencia misma de lo que significa ser parte de una comunidad que se cuida y se apoya mutuamente. Cada sonrisa, cada conversación compartida, se convirtió en un testimonio de la belleza de la colaboración, un tributo emocional a la fuerza de la unión y la entrega desinteresada.
Este acto no se limitó simplemente a la preparación de pan. Fue un recordatorio del verdadero significado de compartir, de dar a quienes más lo necesitan. Cada bollo producido fue dividido con amor, la mitad del mismo fue brindado para que rato más tarde un grupo de voluntarias, con cuidado y devoción, los trenzaron y hornearon, para luego entregar las jalot resultantes en el Templo de Paso, valioso integrante de nuestra RED JUDAICA.
Todo esto es más que un proyecto, es una manifestación viva del Tikún Olam en Acción, que en estos momentos de Rosh Hashaná, y organizado con amor y dedicación por nuestra querida Escuela Comunitaria Arlene Fern.
Leer más: «Concentrarnos en lo importante», columna especial para Vis á Vis del presidente de Hebraica, Jonathan Lemcovich, por Iamim Noraim
Desde los niños más pequeños de la escuela, que apenas comienzan a explorar el mundo, junto con sus familias, han decidido tomar las riendas de este acto de generosidad. Desde la Sala de 3 años, han emprendido un viaje de empatía y solidaridad, preparando con sus familias cajas de alimentos no perecederos, que serán entregadas con un amor inmenso a aquellos que más lo necesitan.
Y en medio de este hermoso acto de dar, el Templo de Paso se convertirá en el epicentro de una Cena de Rosh Hashaná que dará cabida a 1000 beneficiarios, un banquete de esperanza y amor. En esa mesa, las jalot, tejidas con la energía y el espíritu de todos los que participaron en su creación, se convertirán en el regalo más especial, en un símbolo ardiente de amor y unidad.
Que esta hermosa tradición de dar, de unirnos en el servicio de los demás, ilumine no solo la mesa de Rosh Hashaná, sino también todo el año que se inicia. Que el espíritu de solidaridad y generosidad que ha sido tejido en cada jala se multiplique, se expanda y toque los corazones de todos nosotros.
Shana Tova Umetuka, un dulce y próspero año nuevo. Donde el amor y la empatía sean la fuerza que nos guíe en cada paso del camino!
Patricia Holzman
Directora Ejecutiva
Fundación Judaica