En Basilea tuvimos un sueño: retornar a nuestra tierra ancestral. Soñamos con tener una tierra, un hogar donde vivir, trabajar y soñar. Ese sueño, que empezó como una idea, se convirtió en una realidad y al mismo tiempo en un nuevo sueño: el de tener un mejor futuro. Retornamos a la tierra de Israel y construimos un país fuerte, vibrante y pujante. Fuimos y somos protagonistas de la construcción del Estado de Israel.
La historia del KKL nos enseña que los sueños no tienen
límites, y que siempre es posible lograr lo que nos proponemos. Hemos cambiado la historia de muchas personas y comunidades en todo el mundo.
Este año, gracias a nuestro trabajo en Argentina, hemos inaugurado 4 nuevos bosques. Fuimos testigos de la colocación de la piedra fundacional de la Casa KKL para la Excelencia en Beit Shean y estaremos inaugurando 10 nuevos refugios de seguridad cerca de la frontera sur. Pero nuestra labor no termina con el desarrollo económico y social de Israel.
Estamos invirtiendo en formar a nuestros hijos y nietos en todas las comunidades del mundo, para que puedan seguir nuestro trabajo y continuar el legado. Nuestro mayor reto es la formación de nuestros niños, y la manera en que podremos asegurar nuestro futuro. Este año hemos llevado a Israel a 18 educadores de la red escolar judía para participar del Encuentro Mundial de Educación organizado desde nuestro Departamento de Educación, donde durante 10 días recorrimos Israel y visitamos proyectos del KKL.
Y, por primera vez, nos hemos sumado activamente al Congreso de Educación organizado por AMIA, OSM y United.
Durante tres días, junto a 1500 educadores de la red escolar judía, nos capacitamos, aprendimos y pensamos cómo hacer frente a los nuevos desafíos educativos que la inteligencia artificial trae. Con nuestro programa Litzor estaremos presentes en todas las escuelas de madrijim y acompañaremos a todos los egresados que viajen a Israel.
El proverbio “Nunca es tarde para hacer el bien” es un reflejo perfecto de lo que el Keren Kayemet LeIsrael representa. Es una constante invitación a todos nosotros a actuar y a hacer una diferencia. Y es un recordatorio de que el cambio empieza con cada uno de nosotros. No solo hemos construido un hogar para el pueblo judío, sino que también hemos creado un legado de valores, como la perseverancia, el trabajo duro y la fe en un futuro mejor. No son solo palabras. Es una promesa de que, si trabajamos juntos y perseveramos en nuestros
sueños, podemos lograr cosas extraordinarias. Nuestra historia nos enseña que nada es imposible, todas nuestras acciones son un sueño hecho realidad. Con cada moneda en el pushke hemos logrado algo muy grande.
El Keren Kayemet LeIsrael es más que una idea o un sueño, es una realidad. Es la historia de millones de personas que nos hemos unido para construir un Estado de Israel vibrante, y que con nuestras acciones estamos logrando cambiar el mundo.
Shana Tova Umetuka
Por Danny Lew
It is appropriate ttime to maake skme plazns for thhe future annd it’s tim to bee happy.
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