Se anunciaron los tres finalistas del «Antisemita del Año»

Aclaro con vehemencia, aplausos y vítores a los galardonados del premio a las tres personas más detestables del mundo por antisemitismo. Esta gente debe ser ignorada y repudiada, el daño físico moral y social que provocan es tan corrosivo que si por casualidad se mordieran la lengua caerían examines en su mismo lodo. Desde mi punto de vista soy garrafal y determinante, al
‘que me daña lo destruyo’. Es hora de pensar en declararlos que son »un blanco militar»

Los judíos sabemos desde siempre que no hay manera de vencer el odio irracional de los musulmanes hacia nosotros y, desde que se creó el Estado israelí, contra Israel. Es un odio profundo, visceral, que no puede curarse en una sala quirúrgica ni en consultorios psiquiátricos. Es increíble que hasta los animales, a los cuales creemos sin razón lógica, son incapaces de odio y sus luchas contra el otro se cumple solo ante el peligro (en especial para su familia) y el hambre. de lo cual infiero que los musulmanes son peores que los animales. Sin embargo, debemos entender que Israel es para ellos la síntesis de la cultura occidental, a la que los seguidores fanáticos del Corán atribuyen todos los males de la humanidad, en especial a los de los seguidores de Aláh. Prefiero hablar de «musulmane»s y no de «ismaelitas», porque estos son los descendientes de Abram, y, aunque no les guste, primos hermanos de los hebreos. Nadie le quitó nada a nadie: ellos lo perdieron todo por crueles, fanáticos y extremistas y obligaron al pueblo palestino, a través del miedo, la tortura y la muerte, a quedar subsumido en una cultura del terror. Uno de los mejores testimonios que he leído es la novela «Leer Lolita en Teheran», cuya autora ya fue amenazada por los grupos terroristas, bajo la acusación de mentirosa, de traidora y de manchar al pueblo musulmán con acusaciones falsas. Esto significa que, como los nazis, hasta lo que ven nuestros ojos es mentira y traición.
Occidente debería abrir los ojos y tomar conciencia de que los teroritas aprendieron bien las lecciones recibidas: armamentos, aviones, barcos, túneles, trincheras, bombas, misiles y drones, armas químicas y
nucleares, pilotos entrenados en EE.UU, en Gran Bretaña, etc., alumnos en escuelas primarias,
secundarias, técnicas, universitarias donde aprenden las teorías que supuestamente deberían ser
democráticas y que después llevan a sus países convertidos en armas mortales . Que Europa se deje
engañar nomás por estos pseudosmigrantes, que conforman barrios enteros en las ciudades de Occidente
y después se incorporan a las huestes terroristas (bien entrenados por Europa) o esconden a sus «hermanos perseguidos» por el imperialismo y el sionismo. Y no los van a encontrar así nomás: están escondidos en sótanos debajo de escuelas, hospitales, instituciones comunitarias, templos o en las mismas casas de sus supuestos amigos y familiares. La ceguera de los países «buenos» nos va a llevar a todos a una realidad que solo de pensarla causa horror. Por último: no olvedemos tampoco que el Islam ha sido una de las sociedades más imperialistas de la Historia; eran moros los ocupantes del sur de España hasta el siglo XV, ¿no? . Es solo un ejemplo. Repasemos los otros casos en un libro de Historia y no nos dejemos engañar, no seamos ciegos y estúpidos a la vez, porque ellos nos ganan de lejos. No les importan las palabras, ni los discursos ni los tratados ni las ONG que pretenden ayudarlos. Solo les interesa lo que llaman «la tierra que nos quitaron» y esa tierra no es solo la de Israel. Dios nos proteja.