En un momento en el que la economía mundial «aún no termina de recuperarse», la guerra en Gaza entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el grupo terrorista Hamas podría terminar siendo «un problema» para el negocio global inmobiliario.
Así lo afirmó un columnista argentino, según el cual «no sorprende, aunque sí preocupa, el inicio de una nueva guerra» que se suma al conflicto bélico iniciado tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del 2022 y las consecuencia de la pandemia de coronavirus.
«Parece que deberemos acostumbrarnos a la aparición de cisnes negros o shocks que, muchas veces, producirán incertidumbre, e incluso nuevas crisis», señaló el analista, Mariano Capellino.
En un artículo publicado en el portal El Economista, de Buenos Aires, Capellino apuntó que, después del ataque que Hamas llevó a cabo el 7 de octubre del año pasado, cuando murieron más de 1.200 personas, Israel lanzó una operación «que busca aniquilar a su enemigo».
Eso «nos hace pensar que el enfrentamiento podría prolongarse en el tiempo», destacó. «El estallido de la nueva guerra», añadió, llegó «en un momento en el que los bancos centrales más importantes del mundo frenaron, al menos por ahora, los aumentos de sus tasas de interés».

En efecto, la Reserva Federal de Estados Unidos la mantuvo en diciembre sin cambios, en el rango del 5,25% y 5,5%, aunque su objetivo es llevarlos al 4,6% para fines del 2024. Por su parte, ese mismo mes, el Banco Central Europeo mantuvo sus tasas en el 4,5%.
Ucrania, Gaza, coronavirus: más incertidumbres y riesgos
Para el FMI, citó Capellino, el conflicto entre Israel y Hamas añade «más incertidumbre y riesgos» a las ya bajas estimaciones de crecimiento global.
Volviendo al tema de la guerra en Gaza y el negocio inmobiliario global, el comentarista apuntó: «como ya se sabe, los aumentos de las tasas de interés impactan directamente en las tasas hipotecarias».
Por ejemplo, la tasa de una hipoteca fija a treinta años en Estados Unidos «rondaba el 8% hace unas semanas, el máximo en más de dos décadas -explicó-. Sin embargo, recientemente cayó al 6,6%, su nivel más bajo desde mayo».
«Una situación similar -prosiguió- se vive en Europa: el euríbor a 12 meses batió un récord desde el año 2008 y rompió la barrera del 4,2%, mientras que recientemente también ha caído hasta el 3,61%».

«En esta línea, en lo que va de 2023, las gestoras calculan una caída de la inversión en Europa en torno al 70%», escribió el analista, «como consecuencia de la agresiva subida de tasas de interés llevada a cabo por el BCE para controlar la inflación».
También una «conveniencia»
Básicamente, se lee en la columna, eso es «consecuencia de que los compradores y vendedores no tienen claro cuál es el precio de las propiedades, lo que frena las operaciones».
«Estimamos -dijo el analista- que la inversión inmobiliaria en 2024 se mantendrá en los niveles de 2023 y no se recuperará hasta el 2025, porque la guerra entre Israel y Hamas ha terminado por derribar las previsiones más optimistas».
De todas maneras, destacó Capellino, «el actual escenario representa una gran conveniencia para quienes quieran invertir en real estate«, ya que las entidades financieras, que acumulan activos por valor de más de 100.000 millones de euros, «están ofreciendo descuentos de hasta el 35% respecto al valor de mercado».
Fuente: Israel Económico.