El programa satírico más popular de la televisión de Israel, Eretz Nehederet (Tierra Maravillosa), se ocupó del presidente de Argentina, Javier Milei, de visita en el país, y repasó todos los clichés relacionados con la nación sudamericana: inflación, carne y fútbol.
Eretz Nehederet, que se puede traducir también como «país maravilloso», ganó resonancia mundial tras el ataque terrorista del 7 de octubre, cuando Hamas asesinó a 1200 personas y secuestró decenas en el sur de Israel.
Canalizando con sátira el dolor y la indignación de los israelíes, el programa emitió sketches que criticaron con fiereza la ola de antisemitismo que siguió al ataque de Hamas y la indiferencia de muchos sectores «progresistas» de todo el mundo.
Varias de esas producciones se hicieron virales en las redes sociales, y ahora le llegó el turno al presidente Milei, quien llegó a Israel el martes de esta semana y conquistó a los medios con su estilo intenso y poco convencional.
De hecho, la primera observación de los guionistas de Eretz Nehederet en el show del miércoles por la noche fue la vestimenta informal del presidente. Cuando el presentador le preguntó al «Milei» encarnado por el actor argentino-israelí Mariano Idelman qué lo traía al país, la respuesta despertó las primeras risas.
«Todo el tiempo me fijo en qué lugar del mundo hay buen clima para vestir chaqueta de cuero, y ahora es acá», en Israel, aseguró la imitación de Milei, quien también bromeó sobre el estilo de su peinado, «llegado desde lejos, de los años ’80».
Antes de la aparición de Idelman/Milei, los personajes del programa estuvieron hablando de los problemas que la guerra en Gaza están generando en la relación con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y sus posiciones a veces duras hacia el primer ministro Netanyahu.
Embajada, carne y pollo
«Parece que nos quedamos sin el apoyo de nuestro mejor amigo», señaló el presentador en referencia al gobierno de Washington. Ese fue el pie para la explosiva aparición en pantalla de «Milei», al grito de «¡pero ahora tienen un nuevo mejor amigo!».
También se refirió a las declaraciones del verdadero Milei apenas aterrizó en Tel Aviv, ratificando sus intenciones de mudar la embajada argentina a Jerusalén.
La representación diplomática se moverá a la capital de Israel «aunque se incendie la región», afirmó la imitación del presidente argentino, a lo que el presentador agregó: «claro, por la resistencia de los palestinos».
Pero no, la zona se va a «incendiar» por «el asado» que los enviados argentinos prepararán en la nueva embajada, con «linda carne y pollo», bromeó el personaje.
Como no podía ser de otra manera, también hubo risas por la situación económica en el país sudamericano, golpeado por una altísima inflación que perfora permanentemente el valor de su moneda.
Demostrando la «amistad» de Buenos Aires, el Milei de Eretz Nehederet ofreció una donación de 40 millones de pesos a Israel, despertando la emoción de Itamar Ben-Gvir, uno de los ministro de extrema derecha más controvertidos del gobierno.
Millones de pesos argentinos
«¡No necesitamos más a los estadounidenses!», exclamó el «ministro» personificado por otro de los comediantes del programa. Sin embargo, la alegría duró poco, hasta que sacaron cuentas y establecieron que todos esos millones sumaban apenas la mísera suma de «270 shekels».
(En realidad, 40 millones de pesos son alrededor de 175.000 shekels, cerca de 48.000 dólares, una cifra mucho más importante, pero para una economía familiar, ya que -por ejemplo- es lo que cuesta un solo cohete interceptor del sistema Cúpula de Hierro).
La presentación de Idelman se cerró con otras bromas previsibles, como la entrega a Israel de tradicionales alfajores argentinos y pelotas de fútbol del modelo Azteca, las que se usaron en el mundial de 1986 en México, «con la mano de Maradona».
De todas maneras, a pesar de los clichés, la aparición en el programa televisivo fue otra muestra del gran impacto local de la visita a Israel del presidente argentino, envuelto en serios problemas económicos y políticos a la distancia en su propio país.
Fuente: Israel Económico.
Javier Milei, el nuevo presidente argentino, está haciendo un esfuerzo monumental para sacar a los argentinos del pozo donde nos dejaron los peronistas-kirchneristas, un infierno para sus habitantes.
También es loable la demostración de su amistad hacia Israeel, su posición no antisemita y a favor del sionismo. Su consejero personal es un rabino. ¿Conocen Uds. a otro presidente como él ahora y en el pasado? ¿O prefieren los israelíes otro Joe Biden, o el Roosvelt de la 2da. Guerra? No me opongo al humor, pero podría tomar en cuenta las buenas acciones de Milei, como rechazar el comercio con los países comunistas o dictatoriales. ¡Qué me importa cómo se peina ni cuál chaqueta usa! ¡Que haga lo que quiera con su persona! Y no olvedemos que es el primer presidente agentino en 100 años que puede comunicarse directamente con sus pares en el mundo en inglés. Los argentinos somos más que inflación, carne y fútbol. Tenemos a Favaloro y a Milstein, a Julio Bocca y a Borges, a Kuitka y a Barenboin, a Martha Argerich y Kovadloff y así sigue la lista desde antes de 1810 hasta la actualidad. Se puede hacer humos sano imitando a Milei, pero no faltarnos el respeto a los argentinos que votamos por él, riéndose por ser distinto, cuando precisamente ese ser distinto le permitió estrechar la mano de los funcionarios gubernamentales israelíes. ¿Quieren a Cristina Kirschner? La votamos la próxima vez y se la regalamos en bandeja con Morales, Ortega, Castro, Macron, Boric, etc. Sean respetuosos y si quieren hacer humor ¿se reirían de los muertos en el kibutz por Hamas o los soldados de las FDI que están muriendo en Gaza? Piénsenlo un poco porque a mí ya no me dan ganas de ir a Israel como lo tenía planeado. Deberían disculparse, no por el humor sino por la burla, la sátira, la «mala leche» como decimos por acá.
Con todo respeto, un disparate total lo que escribiste, estimada Inés. El programa no se está burlando de nadie. Es sólo humor y, no sólo en Israel, sino a los judíos en general, siempre nos caracterizó hacer humor y hasta con nosotros mismos. Encima, nombrás a un antisemita como Baremboim y, si bien, hay muchos grandes ejemplos argentinos, en general no tenemos mucho de qué enorgullecernos. Fuera de eso, coincido desde el punto de vista político en general en lo que decís. Pero estás tomando equivocadamente las cosas. Saludos!!!