Por pedido del presidente Javier Milei, Luis Petri dedicó los meses que lleva al mando del Ministerio de Defensa a una tarea particular: seguir la línea del giro en política exterior que marcó el nuevo gobierno. Bajo esa premisa es que orientó el rumbo de la defensa nacional, un área que relegada en las últimas décadas y que se revalorizó en un contexto internacional marcado por la incertidumbre y las amenazas globales.
Desde el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el ministro de Defensa dio un pantallazo de sus ideas para la defensa nacional sin dar mayores especificaciones y fue incisivo en su lectura del orden mundial desde la óptica de seguridad (con foco en la guerra en Gaza) para luego justificar la necesidad de reforzar este área que en Argentina no solo representa menos del 1 por ciento de PBI sino que se posiciona como el país que menos invierte de la región.
«Al igual que lo hice con Hezbolá, me encuentro abocado por pedido del señor presidente Milei a que Hamas sea reconocido como lo que es: un grupo terrorista y una amenaza a la seguridad nacional», dijo Petri en un encuentro con diplomáticos, embajadores, jefes de las tres fuerzas armadas y otras personalidades, informó Perfil.

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Más allá de que en Argentina anotar a una organización o persona como terrorista es tarea del Ministerio de Relaciones Exteriores, el ministro de Defensa continuó con su análisis y toma de posición en sintonía con la bajada de línea oficial. «La tragedia del ataque terrorista de Hamas y la consecuente guerra defensiva que lleva a cabo Israel, es una muestra concreta de las consecuencias que tiene el creciente desafío internacional que plantean las organizaciones terroristas guiadas bajo los designios de Irán», dijo.
Además de desligar a Israel de toda responsabilidad sobre la crisis humanitaria en el norte y sur de la Franja de Gaza, responsabilizó en cambio a la organización palestina por «el desastre humanitario que creó sobre su propia población».
«Nuestro país tiene muy presente en el tiempo dos atentados terroristas, como lo fue la Embajada de Israel y la AMIA, en 1992 y en 1994, atentados que ocurrieron hace muy poquito tiempo en la historia de los pueblos y que nos obligan a pensar en la hipótesis de accionar terrorista en la República Argentina», indicó.