
Una gran cantidad de delegaciones de Israel y de otras partes del mundo se encuentran en Buenos Aires, en la semana que tendrá su lugar central el jueves 18 de julio a las 9 de la mañana en la calle Pasteur, cuando se conmemore el 30° aniversario del atentado a la AMIA.
El Jefe del Departamento de Emprendimientos Sionistas de la Organización Sionista Mundial, Silvio Joskowicz, es quien viene encabezando múltiples programas y proyectos. Uno de ellos es el Congreso de Educación Judía que se está desarrollando en el Colegio Martín Buber, en el que asisten docentes de distintos países.
Además, fue parte fundamental para la realización del Encuentro Sionista que se desarrolló el lunes en el Salón Golden Center de Parque Norte en la Ciudad de Buenos Aires, con la asistencia del presidente de la Organización Sionista Mundial, Yaakov Hagoel, el embajador de Israel, Eyal Sela, autoridades, líderes comunitarios y más de 200 personas. Fue uno de los oradores principales del evento junto a Hagoel, Sela y el presidente de la Organización Sionista Argentina, Demián Stratievsky.
En su discurso, Joskowicz valoró el encuentro y remarcó la importancia del trabajo en conjunto, «dejando de lado lo personal para darle paso a lo compartido».
El discurso completo
«Javerot veJaverim: ¡Brujim Habaim!
Hoy estamos aquí para agradecer de manera personal, profunda y sincera el trabajo que cada uno de ustedes realiza en sus respectivos entornos: en sus instituciones, en sus escuelas, en sus comunidades, en sus proyectos. Es un honor inmenso compartir este momento y poder agradecer a cada uno de los y las líderes que se encuentran esta noche aquí, por su creatividad, amor, dedicación, convicción e idealismo.
Gracias por entender que esta misión se hace en conjunto, colaborando y dejando de lado lo personal para darle paso a lo compartido, al ideal común.
Este es un encuentro entre quienes vivimos en Israel y aquellos que aseguran que las comunidades fuera de Israel sigan vibrantes y unidas. Es un momento para abrazarnos y sentirnos cerca.
La importancia de reconstruir y reconstruirnos no puede ser subestimada. Enfrentamos tragedias y desafíos que a menudo parecen insuperables, pero es en estos momentos de oscuridad donde encontramos las semillas del renacimiento y la oportunidad para aprender y crecer.
Cada tragedia nos ofrece la posibilidad de aprender y hacerlo aún mejor. Nos recuerda la resiliencia innata que poseemos y la capacidad de transformar la adversidad en fuerza. La historia nos muestra que de las cenizas puede surgir un nuevo comienzo, más fuerte y más sabio.
El liderazgo es clave en este proceso. Es el liderazgo el que nos guía en la reconstrucción, nos inspira a ver las oportunidades en cada desafío. Un buen líder sabe que la verdadera fuerza reside en la unidad y en la capacidad de integrar diversas voces y perspectivas.
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Nuestra relación con el Estado de Israel adquiere un significado profundo. Israel fue creado como un hogar nacional para los judíos del mundo, un lugar donde todos podemos sentirnos responsables y comprometidos. Esta relación se basa en la noción de que cada uno de nosotros tiene un papel en la construcción y el fortalecimiento de ese hogar.
Aceptar la pluralidad de voces, prácticas y opiniones es esencial. Debemos acoger al distinto y entender que la diversidad es nuestra mayor fortaleza. Aquellos que están aquí hoy son los líderes que pueden abrir puentes y escuchar al diferente sin tildarlos de no aptos. A través de la apertura y el diálogo, construiremos un futuro más inclusivo y justo.
Cada voz cuenta, cada opinión suma. Solo a través de la colaboración y el respeto mutuo alcanzaremos nuestras metas comunes. Nuestra capacidad de reconstruirnos como individuos y como comunidad depende de nuestra habilidad para trabajar juntos, escuchar y aprender unos de otros.
Hoy, los invito a abrazar esta misión con determinación y esperanza. A ser los líderes que nuestras comunidades necesitan, los constructores de puentes, los oyentes atentos y los agentes del cambio positivo. Juntos, podemos transformar cualquier tragedia en una oportunidad, cualquier desafío en un trampolín hacia un futuro mejor».