La sobreviviente del 7 de octubre, Gali Idan, habló casi un año después de que Hamás asesinara a su hija y se llevara secuestrado a su esposo.
En diálogo con el presnetador de la CNN, Wolf Blitzer, Idan se refirió al asesinato de su hija Maayan, de 18 años, y de que su esposo, Tsachi Idan, fuera tomado como rehén.
“Ni en mis peores pesadillas podría creer que nos estamos reuniendo en esta situación en la que nada cambió. Han sido 313 días de infierno”, afirmó Gali.
Blitzer entrevistó a Gali por primera vez en noviembre de 2023, apenas un mes después de que la familia Idan fuera atacada por Hamás en su casa en el kibutz Nahal Oz en la mañana del 7 de octubre.
Los terroristas de Hamás mataron a Maayan cuando intentaba ayudar a su padre a mantener cerrada la puerta del refugio antiaéreo, y después retuvieron al resto de la familia, incluidos dos niños pequeños, a punta de pistola en el suelo de la cocina durante horas. El cuerpo sin vida de Maayan estaba a sólo unos metros de distancia.
Mientras tanto, los terroristas transmitían en directo la terrible experiencia de la familia Idan en Facebook desde el teléfono de Gali hasta que secuestraron a Tsachi, de 50 años, y lo llevaron a Gaza.
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“Todavía no puedo llorar por Maayan porque estoy en una guerra continua para salvar a mi marido”, expresó Gali. “No fui a ver su tumba. No pude. Va a pasar un año, y necesito ir a verla, y no puedo; necesito que Tsachi esté aquí y tenemos que hacerlo juntos”, aseveró.
Gali dijo que lo último que supo de la condición de su marido fue a finales de noviembre, durante la última liberación de rehenes de Gaza: “Un testigo ocular dijo que estuvo con él durante un día o dos y habló con él, y él estaba muy deprimido emocionalmente, pensando en Maayan y en lo que pasó”.
Además, Gali aseguró que era “inimaginable” que los rehenes no hayan sido devueltos a Israel: “Es insoportable. Ya no tenemos aire. Tienen que volver”.
Cuando Blitzer le preguntó si tenía alguna esperanza de que las negociaciones entre Israel y Hamás den como resultado un acuerdo de alto el fuego que incluya la liberación de su marido, Gali dijo: “Sin duda. Sí. La única manera de que Tsachi y los demás rehenes puedan regresar es mediante un acuerdo”.
“Extraño su voz, sus abrazos y el tiempo que pasamos juntos, que bromeara con los niños y se riera, que preparara la cena con él, que viera una película y que saliera a caminar. Extraño cada pequeña cosa”, agregó.
Gali dijo que sus otros hijos, Shachar, de 10 años, Yael, de 12, y Sharon, de 16, “hablan de Mayaan todo el tiempo”.
“Hace unos días, Sharon vino a mi habitación llorando en medio de la noche y dijo: ‘Quiero a mi papá. Quiero que papá esté aquí y extraño a Maayan’. ¿Qué puedo decirle?”, preguntó Gali. “¿Qué respuesta hay? No puedo llevarle a su padre. Ojalá pudiera hacerlo”.
Vía The JC