Jon Polin y Rachel Goldberg-Polin, padres de Hersh, secuestrado por Hamás el 7 de octubre, se dirigieron a la Convención Nacional Demócrata en Chicago, informó Enlace Judío.
Los padres fueron recibidos con calurosos aplausos mientras la multitud gritaba “tráiganlos a casa”, haciendo llorar a la madre de Hersh.
“En este momento, 109 preciados seres humanos están secuestrados por Hamás en Gaza. Son cristianos, judíos, musulmanes, hindúes y budistas. Son de 23 países diferentes. El secuestrado más joven es un bebé pelirrojo de un año, y el mayor es un abuelo bigotudo de 86 años. Entre los secuestrados hay ocho ciudadanos estadounidenses. Uno de esos estadounidenses es nuestro único hijo. Su nombre es Hersh. Tiene 23 años y, como la vicepresidenta Kamala Harris, Hersh nació en Oakland, California”, comenzó Rachel Goldberg-Polin.
“Hersh es una persona despreocupada, relajada, con buen humor, respetuosa y curiosa. Es un civil. Le encanta el futbol, le apasiona la música y los festivales musicales, y ha estado obsesionado con la geografía y los viajes desde que era niño. Su habitación está llena de atlas, mapas y revistas National Geographic“, agregó.
“El 7 de octubre, Hersh y su mejor amigo Aner [Shapira] fueron a un festival de música en el sur de Israel. Se anunciaba como una celebración de la paz, el amor y la unidad. También fueron a celebrar el vigésimo tercer cumpleaños de Hersh“, continuó la madre.
Describió cómo Hersh, Aner y otros 27 asistentes al festival se escondieron en un refugio antiaéreo cuando comenzaron los ataques con cohetes de Hamás.
“Los terroristas comenzaron a lanzar granadas al refugio. Aner se paró en la puerta y cachó siete de esas granadas antes de que la octava lo matara. En total, en el Festival de Música Nova, 367 jóvenes amantes de la música fueron asesinados. Este fue solo uno de los muchos ataques a barrios y comunidades del sur de Israel en ese terrible día. 1,200 personas fueron asesinadas, entre ellas 45 estadounidenses. El brazo izquierdo de Hersh, su brazo dominante, fue arrancado antes de que lo subieran a una camioneta y lo robaran de su vida, de mí y de Jon, para llevarlo a Gaza. Y eso fue hace 320 días. Desde entonces vivimos en otro planeta. Cualquier padre, o cualquiera que haya tenido un padre puede intentar imaginar la angustia y la miseria que Jon, yo y todas las familias de los secuestrados sentimos”, manifestó.
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Jon Polin continuó: “Esta es una convención política, pero la necesidad de que nuestro único hijo y todos los queridos secuestrados regresen a casa no es una cuestión política. Es una cuestión humanitaria”.
Polin elogió el apoyo bipartidista que las familias de los secuestrados reciben en sus viajes a Washington, y señaló que la administración Biden-Harris está “trabajando incansablemente por un acuerdo de cautivos y alto al fuego que traerá a nuestros preciados hijos, madres, padres, cónyuges, abuelos y nietos a casa y detendrá la desesperación en Gaza”.
Agradeció a millones de personas en todo el mundo que han estado apoyando a las familias de los cautivos, y dijo: “Ustedes nos han mantenido respirando en un mundo sin aire”.
“Hay un excedente de agonía en todos los lados del Medio Oriente. En una competencia de dolor, no hay ganadores”.
“En nuestra tradición judía, decimos que ‘cada persona es un universo entero’. Debemos salvar todos estos universos”, enfatizó en inglés y en hebreo.
Imploró nuevamente por un acuerdo de alto al fuego tanto para los cautivos como para los civiles en Gaza, diciendo: “El momento es ahora”.
Al finalizar, Rachel se dirigió a su hijo y dijo: “Hersh, si puedes oírnos, te amamos. Mantente fuerte. Sobrevive”.
El senador Cory Booker los presentó y dijo: “Ellos quieren lo que todos los padres quieren: abrazar a sus hijos, amarlos y mantenerlos a salvo”.