Con motivo de cumplirse un año de la feroz invasión de la Organización Terrorista Hamás a Israel, Vis Á Vis, te cuenta la historia de «Aquellos que hemos perdido desde el 7/10». Soldados y civiles que fueron asesinados y caidos durante la masacre. En este primer capítulo hablamos de Stav Barazani.
Stav Barazani, de 22 años, de Gan Ner, fue asesinada por terroristas de Hamas en el festival de música Supernova el 7 de octubre.
Asistió a la fiesta con su novio, Asaf Edberg , que también fue asesinado ese día. Los dos huyeron juntos y finalmente se vieron obligados a esconderse en una comisaría, donde fueron encontrados y asesinados.
Ambos estuvieron considerados desaparecidos durante varios días antes de que se encontrara primero el cuerpo de Stav y luego se identificara el de Asaf una semana después.
Stav fue enterrada el 12 de octubre en Gan Ner. Le sobreviven su madre, Sara, y sus hermanos Aviv y Barak. Su padre, Yonatan, falleció antes que ella.
Durante su servicio militar obligatorio, Stav trabajó como cocinera en el ejército. Después de su liberación, trabajó en una guardería para niños con necesidades especiales y planeaba estudiar educación especial. También trabajaba como camarera en el mismo restaurante donde Asaf trabajaba como cocinero.
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Su amiga de la infancia, Raz Soroka, que logró sobrevivir a la fiesta, dijo a un sitio de noticias local que Stav «era mi hermana en todos los sentidos. Stav era una chica muy feliz, siempre hacía todo con risas y diversión».
Dijo que Stav se había mudado recientemente con Asaf y que habían regresado de un viaje a Sri Lanka sólo unas semanas antes de que los mataran.
La madre de Stav Barazani, Sara, dijo a Ynet que ella y Asaf “planeaban casarse, tenían una relación muy feliz. Se conocieron en el ejército y sirvieron juntos, y fueron asesinados uno al lado del otro”.
Sara dijo que a su hija le encantaba servir como cocinera en el ejército: “Le encantaba su papel, era dedicada, rápida, talentosa y pedante. Preparaba comidas gourmet al nivel de un hotel de cinco estrellas, cocinaba para ellos con todo su corazón”.
Su amiga, Karin Edri, le escribió en Internet agradeciéndole “por años de buena amistad, por escucharme, por los consejos, las reuniones, las bromas. Gracias por estar a mi lado para secarme las lágrimas cuando las cosas se pusieron difíciles, ¿dónde estás ahora para secarlas? ¿Dónde?”.
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Karin agregó: “Tu risa única resuena todo el tiempo en mis oídos, ¡había tanta alegría en ti! Te recordaré por siempre exactamente de esa manera, con la sonrisa y la risa más hermosas del mundo”.
La madre de Asaf, Beranika, dijo que se puso muy contenta cuando Stav vino a vivir con ellos: “Fue perfecto para todos. Era una niña hermosa y querida. El vacío que siento en mi corazón desde ese terrible sábado es enorme, su pérdida es insoportable. Pienso en ellos todos los días, todo el día”.