Un hombre que fue arrestado en Nueva York cuando se preparaba para realizar un ataque terrorista en una sinagoga en 2022 fue sentenciado a 10 años de prisión.
En aquel entonces, Christopher Brown, de 23 años, viajó a la ciudad de Nueva York tras publicar mensajes antisemitas en las redes sociales. Lo detuvieron en Estación de metro de Pensilvania el 18 de noviembre de 2022, junto con Matthew Mahrer, con quien había planeado perpetrar un ataque y a quien le había pagado 650 dólares por comprar un arma de fuego.
Tras el arresto, la policía encontró un cuchillo, un brazalete con una esvástica y un pasamontañas en la mochila de Brown.
En septiembre de este año, Brown se declaró culpable del cargo de posesión ilegal de un arma en segundo grado como delito de terrorismo. Se trata de un delito grave de clase B.
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, calificó la sentencia como “una pena de prisión significativa”. Además, agregó: “Sé que la comunidad judía en Manhattan continúa enfrentando un creciente antisemitismo y amenazas violentas. Quiero que todos sepan que estamos utilizando todas las herramientas posibles en coordinación con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para mantenerlos a salvo”.
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El ataque se pudo evitar en parte gracias a un aviso de la Iniciativa de Seguridad Comunitaria (CSI), una agencia de seguridad judía local. El grupo descubrió mensajes amenazantes de Brown en Twitter y comunicó esa información a las autoridades.
En la red social, Brown expresó su intención terrorista de realizar un “ataque a tiros una sinagoga” y dijo: “Esta vez realmente lo voy a hacer”.
Brown también mostró su apoyo al nazismo y consideró hacerse un tatuaje de una esvástica sobre el corazón, según la fiscalía del distrito. Además, mostró su deseo de imitar el tiroteo masivo perpetrado por supremacistas blancos en 2019 en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda.
El coacusado de Brown, Matthew Mahrer, es judío y descendiente de un sobreviviente del Holocausto. El abogado de Mahrer dijo que no querría hacer daño a su propia gente. Su caso sigue pendiente.
Mitch Silber, director de CSI, dijo que la sentencia de Brown “subraya la importancia crítica de la vigilancia y la colaboración para proteger a nuestras comunidades”.
“Si bien se hizo justicia, este caso sirve como un duro recordatorio de las amenazas persistentes que enfrenta nuestra comunidad”, expresó Silber.
Vía WIN