Imputan a Sergio Berni por el desastre en el departamento tras el asesinato del Fiscal Nisman

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El fiscal Eduardo Taiano imputó al ex secretario de Seguridad de Cristina Kirchner, Sergio Berni, y a quien era su mano derecha en esa Secretaría, Darío Ruiz, por el desastre en la escena del crimen tras el asesinato del fiscal Nisman.

Fuentes judiciales confirmaron a Clarín que la acusación contra Berni y Ruiz ya fue recibida en el juzgado de Julián Ercolini, quien dispuso notificar formalmente a los imputados.

La imputación a Berni y Ruiz llega dos semanas después de que también fueran imputados, por esa misma situación en la escena del crimen, el ex jefe de la Policía Federal, Román Di Santo, y el ex jefe de la Prefectura, Luis Alberto Heiler.

Di Santo había presentado un descargo por escrito en el que mencionó varias veces que él había sido convocado al departamento de Nisman por los funcionarios de Seguridad Darío Ruiz y Sergio Berni.

Estos son los nombres que ahora se suman a la imputación de Taiano.

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El fiscal Alberto Nisman fue hallado muerto en su departamento de Puerto Madero el domingo 18 de enero de 2015, cuatro días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por encubrir a los iraníes involucrados en la voladura de la AMIA (1994, 85 muertos).

Cuando encontraron su cuerpo -uno de los policías de su custodia, la madre del fiscal y una amiga de ella-, el departamento no fue resguardado como escena del crimen para la recolección de pruebas.

Decenas de funcionarios comenzaron a llegar y a caminar por todo el departamento sin tomar ningún tipo de recaudos.

El fiscal Taiano sostiene en su imputación que «la existencia de concretas y graves irregularidades cometidas por los funcionarios públicos podrían poner en riesgo el descubrimiento completo de la verdad».

La acusación a Berni -hoy senador de la Provincia de Buenos Aires- es la misma que se hizo a los ex jefes de la Policía Federal y de Prefectura, pero tiene al menos cinco condimentos extra.

Primero: Berni era el superior de los otros funcionarios, que fueron a la escena del crimen con más subalternos luego de que Berni los convocara.

Segundo: el propio Berni llegó al departamento de Nisman con los pies embarrados, porque llegaba a Puerto Madero desde su campo en Zárate, donde se había quedado con el auto en un camino de tierra.

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Tercero: Berni declaró como testigo haber tenido «un par» de comunicaciones telefónicas con la presidenta Cristina Kirchner, aunque luego los entrecruzamientos de llamadas oficiales determinaron que las comunicaciones fueron 31Cinco de ellas ocurrieron mientras Berni caminaba libremente por el departamento de Nisman muerto, y donde aún estaba la denuncia contra Cristina en cientos de hojas esparcidas en la mesa del comedor.

Cuarto: del departamento de Nisman, Berni se fue derecho al Ministerio de Justicia, en el microcentro porteño. Allí, el ex ministro Julio Alak había hecho abrir el edificio a las 3 de la madrugada para reunirse con Berni. En ese lugar redactaron el comunicado oficial sobre la muerte de Nisman. En el teléfono estaba Cristina Kirchner.

Quinto: en ese comunicado se afirman algunas frases que invitan a pensar en que el fiscal acababa de suicidarse. Decía que la puerta del departamento estaba cerrada con la llave puesta del lado de adentro (esto fue desmentido luego por el cerrajero que abrió esa puerta); y que el arma estaba «junto» al cuerpo. Falso, estaba debajo de él, en una posición completamente inverosímil para un escenario de suicidio.

Aunque todos los manuales de Criminalística indican que en una escena del crimen cerrada, como un departamento, no debe haber más que 6 u 8 personas recogiendo pruebas, en el departamento de Nisman hubo esa noche más de 80, según consta en el expediente.

La fiscalía de Taiano identificó a esa cantidad de gente uno por uno, con nombre y apellido. La mayoría no tenía ninguna función específica que cumplir allí.

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Es difícil pensar que ese desastre fue casual, teniendo en cuenta que los principales jefes de Seguridad, de la Policía Federal y de la Prefectura estaban en el lugar, y que se da por descontado que todos ellos son profesionales que saben cómo debe ser preservada una escena del crimen para buscar pruebas.

El resultado de ese espanto operativo fue, por ejemplo, que en el departamento no aparecieron huellas de Nisman (aunque vivía allí) pero en cambio apareció una huella de uno de los oficiales de Prefectura que debía cuidar el lugar.

Es decir, los investigadores no sólo no hallaron huellas de los posibles asesinos de Nisman sino que dejaron las suyas.

Tampoco descubrieron esa noche que en el departamento de Nisman había una tercera puerta -además de la principal y la de servicio- que conectaba con los conductos de aire acondicionado y desde la que se podía pasar al departamento de al lado.

Las imputaciones a Berni, Ruiz, Di Santo y Heiler se suman a un pedido que hizo la misma fiscalía de Taiano al presidente Milei, la semana pasada, para que ordene desclasificar información secreta de la SIDE y las áreas de Inteligencia de las fuerzas de seguridad.

Esa para tratar de avanzar sobre lo que parece ser la principal hipótesis del caso: que Nisman fue asesinado por su trabajo como fiscal del caso AMIA, por una guerra interna desatada en los servicios de Inteligencia que recrudeció tras su denuncia a la presidenta Cristina Kirchner, apenas cuatro días antes de aparecer con un tiro en la cabeza.

Fuente: Clarín

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